Brownsville. Estados Unidos puso fin hoy a las restricciones fronterizas por el covid-19 que mantenían a muchos migrantes en el límite con México, remplazando de inmediato lo establecido por el Título 42 para dar paso al Título 8, que prevé nuevas y radicales reglas de asilo destinadas a evitar los cruces sin papeles.
A lo largo de la frontera de 3 mil 152 kilómetros, las autoridades estadunidenses hacían esfuerzos por mantener el orden ante la llegada de miles de migrantes, que vadearon ríos, escalaron muros y cruzaron diques, antes de que se levantara la orden con la esperanza de ser procesados antes de la medianoche.
Las ciudades texanas de Brownsville, Laredo y El Paso declararon el estado de emergencia.
En los dos días anteriores, más de 11 mil migrantes por día cruzaron la frontera sur de manera irregular, según datos oficiales obtenidos por The New York Times. La Patrulla Fronteriza superó su capacidad con unas 10 mil personas en sus instalaciones de detención.
En el Bajopuente Anzalduas, en una zona cerca de Mission, Texas, la Patrulla Fronteriza instaló una gran carpa a la espera de que llegaran migrantes, mientras agentes de policía local y estatal, así como la Guardia Nacional, estaban atentos al arribo de los indocumentados.
Algunos se entregaron a los funcionarios fronterizos, mientras otros intentaron entrar a Estados Unidos sin ser detectados.
En El Paso, cientos acamparon en las calles del centro tratando de averiguar adónde ir después de cruzar la frontera desde Ciudad Juárez.
Más gente, incluidas familias con niños pequeños arropados en mantas térmicas, esperaba el procesamiento encerrada entre dos imponentes muros fronterizos en San Diego, California, frente a Tijuana.
El juez federal T. Kent Wetherell, designado al cargo por el ex presidente Donald Trump, frustró anoche poco antes de que entrara en vigor el Título 8 el plan del gobierno del mandatario Joe Biden para dejar en libertad a los migrantes cuando los centros de detención alcanzaran 125 por ciento de su capacidad o donde las personas estuvieran retenidas por un promedio de 60 horas.
Las liberaciones expeditas, con notificaciones para reportarse a una oficina de inmigración en los siguientes 60 días, también se habrían activado cuando las autoridades detuvieran a 7 mil migrantes a lo largo de la frontera en un solo día.
Este jueves, a las 23:59, hora de Washington, al expirar el Título 42 y dar paso al Título 8, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo en un video: “A partir de esta noche, las personas que lleguen a la frontera sin utilizar una vía legal serán consideradas no aptas para pedir asilo. Estamos preparados para procesar humanamente y expulsar a las personas que no tengan una base legal para permanecer en Estados Unidos.
“Tenemos 24 mil agentes y oficiales de la Patrulla Fronteriza en la frontera suroeste y hemos enviado miles de tropas y contratistas, y más de mil funcionarios de asilo para ayudar a hacer cumplir nuestras leyes. No creas las mentiras de los contrabandistas. La frontera no está abierta”, reiteró en el mensaje divulgado en Twitter.
Activistas a favor de los migrantes representados por la Unión Estadunidense por las de Libertades Civiles presentaron un recurso legal minutos antes de que entrara en vigor el Título 8 ante un juez federal en California. Buscan reabrir una demanda existente sobre restricciones similares implementadas por Trump y actualizar el caso para apuntar a la nueva regulación emitida por el presidente demócrata Joe Biden. La normativa de Biden “reduce drásticamente la disponibilidad de asilo en Estados Unidos” y refleja políticas similares de la era Trump bloqueadas en los tribunales, argumentaron.