Los productores de trigo y maíz enfrentan una “situación difícil” con problemas de rentabilidad, después de que el año pasado subieron los costos de producción entre 30 y 35 por ciento, y ahora que están comercializando sus cosechas se enfrentan a una caída de precios hasta de 30 por ciento. Ante ello, piden que en el mercado nacional se apliquen precios similares a los del año pasado para recuperar al menos lo que invirtieron.
El conflicto entre Ucrania y Rusia, que subió el precio de los fertilizantes; la alta inflación y el aumento del costo de los créditos, entre otros factores, elevaron los costos de producción. Y aun así, en el caso del maíz la industria de la masa y la tortilla busca pagar un precio inferior al del año pasado, entre 5 mil 100 y 5 mil 200 pesos por tonelada, ya que los precios internacionales están bajos, pero se requieren al menos 7 mil pesos, lo mismo que en 2022, sostuvo Marte Vega, de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa.
“Estamos en tiempos críticos. Si se aplican en el país los precios internacionales llevarán a la quiebra al sector agrícola de Sonora, Sinaloa, Tamaulipas, Jalisco. Todos estamos así”, dijo en entrevista en el contexto del segundo Foro internacional de sanidad vegetal Política pública basada en ciencia, convocado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos.
Agregó que en Sinaloa hay 27 mil productores, que aportan 6 millones de toneladas de maíz blanco, que se utiliza para la tortilla. Recordó que el año pasado se quitó el arancel al maíz blanco de Sudáfrica, que es transgénico. “Los industriales se abastecieron de ese maíz y por eso no quieren comprarnos el grano ahora. Si la tortilla se ha encarecido es por factores ajenos a los productores”.
Por su parte, Gerardo Loya Chávez, director general de Asociación de Organismos Agricultores del Sur de Sonora, calculó que en la entidad se producirán 1.4 millones de toneladas de trigo cristalino, y hay unas 400 mil toneladas que no se han colocado. Se fijó un precio de 310 dólares por tonelada de trigo (5 mil 580 pesos con el tipo de cambio en 18 pesos) y esto, advirtió, es insuficiente; se requiere que sea de 8 mil pesos.
Explicó que los problemas de rentabilidad vienen desde el año pasado, pues “los costos de producción fueron históricamente altos, crecieron 30 por ciento, y llegada la época de cosecha cayeron los precios internacionales”.