Ciudad de México. Con fotos de sus hijos en las manos, en pancartas o sujetas cerca del corazón, madres de desaparecidos marcharon este 10 de mayo, como cada año, para exigir la búsqueda de sus seres queridos y frenar esta “tragedia humanitaria que parece no tener fin”, con más de 112 mil personas sin localizar.
GALERÍA: "Nuestros hijos ¿dónde están?”, claman madres buscadoras.
En la movilización del Monumento a la Madre al Ángel de la Independencia, recordaron a sus compañeras que han sido asesinadas y dieron voz a familiares de migrantes desaparecidos en México, quienes enfrentan diversos obstáculos para denunciar sus casos y empezar la búsqueda de sus seres queridos.
La jornada de protesta dio inicio con una oración ecuménica en el monumento, tras lo cual las manifestantes procedentes de distintas entidades, como Chihuahua, Jalisco, Coahuila, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, estado de México y la capital del país, así como de Centroamérica, comenzaron su movilización acompañadas de hermanas, padres e hijos de desaparecidos.
Con consignas como “hijo, escucha, tu madre está en la lucha” y “este 10 de mayo no es de fiesta, es de lucha y protesta”, caminaron cerca de una hora y al llegar al Ángel de la Independiente exigieron fin a la impunidad, reclamaron a las autoridades federales y estatales por incumplir su trabajo, como realizar investigaciones efectivas para localizar a sus parientes.
A las demandas se sumaron también familiares de migrantes desaparecidos, quienes “sufren múltiples agresiones durante su tránsito por este país”. Hasta hoy, enfatizaron, “no se cuentan con registros confiables ni cifras oficiales de cuántas personas” de nacionalidad extranjera están ausentes.
Blanca Gómez, originaria de El Salvador, compartió que no sólo busca a su hijo Luis Roberto Melgar, desaparecido en 2010 cerca de la Ciudad de México, cuando se dirigía a Estados Unidos, sino también a su hermano Nelson Heriberto Gómez, visto por última vez en 2013 mientras seguía también su sueño de llegar a territorio estadunidense.
Expresó que para familiares de desaparecidos en México, que viven en otros países, es muy complicado interponer una denuncia y lograr venir a buscarlos.
En las escalinatas del Ángel de la Independencia, Socorro Gil contó que en diciembre de 2018, su hijo Jonathan Guadalupe Romero Gil fue detenido y desaparecido en Acapulco por policías municipales cuando se dirigía a jugar un partido de futbol. “He vivido noches en agonía. Me han llamado de manera anónima para decirme que lo habían enterrado en la colonia Alta Progreso. He escarbado centímetro a centímetro con la esperanza de encontrar sus restos”, expresa al borde del llanto, mientras señala que su único miedo es “irme de este mundo y no saber qué paso”.
Entre los asistentes a la manifestación también estuvieron madres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en 2014, el obispo emérito Raúl Vera y María Herrera Magdaleno, quien busca a sus cuatro hijos: Raúl, Jesús, Gustavo y Luis; reprochó que los familiares de personas que están en esta condición “estemos en total desamparo”.