La complejidad amorosa y existencial que afronta una pareja de enamorados articula el hilo conductor de Los reyes del impulso o La fiesta del cuarto jinete del Apocalipsis, puesta en escena que se presenta en la Sala Julián Carrillo de Radio UNAM.
Desde la introspección y hasta el autoconocimiento, incluso los espectadores pueden participar en la tragicomedia creada a partir del realismo mágico.
“Dos personajes neuróticos se debaten entre ser jóvenes adultos o adultos jóvenes. Aun cuando ya han tomado varias decisiones, no saben si es mejor retomar su antigua soledad o por lo menos volcar su cotidianidad. Ese es el planteamiento de la obra”, explicó el dramaturgo y director Alejandro Massa en entrevista con La Jornada.
“En el escenario onírico, la muerte se une como una entidad difusa que refleja el final del camino: sin una identidad, una profesión, una relación amorosa o alguna complejidad en nuestra sique.
“Como dijo el filósofo alemán Heidegger: ‘Los humanos son, en sí mismos, un solo ser para la muerte’. Sin embargo, ¿enfrentamos solos nuestro propio abismo o queda un espacio para alguien más? El montaje recurre a la frustración, a las fantasías, a romper la cuarta pared y a una declaración de amor.”
Dos seres humanos incompletos surgen en una sala poco iluminada. Ella, vestida como una empleada de una tienda de conveniencia; él, como un oficinista desaliñado; de pronto, irrumpe un tercer personaje que no los pierde de vista.
La bailarina Natalia Lara y los actores Erandi Zenil y Emmanuel Pavía protagonizan la historia, mientras Víctor Hugo Aguilar e Irasema Ezcurdia se encargan del doblaje.
“El proceso creativo fue errático (como lo son mis personajes) y tuvo lugar en Radio UNAM, donde realicé mi servicio social hace años. De hecho, la escribí en la mesa donde contestaba las llamadas telefónicas del público”, rememora Massa (Ciudad de México, 1989).
“La escenografía da cuenta de una realidad redibujada varias veces. Recurrí a los parámetros de la vigilia, lo aburrido, lo onírico y la emoción pura. La idea es apenas trazar la vida real e imaginaria de los protagonistas.
“Otro aspecto interesante es la música. Empleamos piezas del maestro Susumu Hirasawa, así como de Paolo Conte, Vicke Blanka, Raffaella Carrà, Yooko Kanno, Minami y la agrupación Maximum the Hormone. La intención es usar estos elementos como remanencias sentimentales.
“Soy consciente de que todos los seres humanos resolvemos varios problemas cada día, pero, quizá, son los jóvenes quienes por su rebeldía e ímpetu suelen vivir una intensa montaña rusa de emociones.
“Esta iniciativa alude a la muerte, tema que a todos nos trastoca. No sólo la muerte en sentido literal, sino como pérdida constante de nosotros mismos, de nuestro tiempo, de posibilidades desperdiciadas y de nuestra imagen de nosotros mismos”, concluye el también autor de un poemario y un libro de filosofía.
Con entrada libre y aportación voluntaria, las últimas funciones de Los reyes del impulso o La fiesta del cuarto jinete del Apocalipsis serán el 22 y el 29 de mayo a las 20 horas en la Sala Julián Carrillo (Adolfo Prieto 133, colonia Del Valle, Benito Juárez).