Ciudad de México. La insólita labor intercultural, no colonialista, que realizó el matemático, cartógrafo y misionero jesuita italiano Matteo Ricci (1552-1610), quien se adentró en la China de la dinastía Ming, y a quien se deben los primeros estudios del idioma y cultura de dicho país, además de traducir al latín las obras de Confucio, es puesta en escena en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart).
Matteo Ricci es el título del montaje. Se trata de una versión libre dirigida por Luis de Tavira y Jorge A. Vargas a partir de una obra del dramaturgo José Ramón Enríquez, en la que se ponen de manifiesto las vicisitudes y la disposición del protagonista para conocer y entender “al otro”, en un territorio completamente ajeno a la cosmovisión europea y en una época en que el mundo estaba hecho de relaciones de dominación.
Ricci llegó a China en 1583 junto con el padre Ruggero, también jesuita. Después de instalarse en la ciudad de Zhaoqing, trató de adaptarse a su nuevo entorno, lo que significaba, para empezar, aprender una lengua de singular dificultad, compuesta por miles de signos diferentes con una pronunciación compleja, idioma que llegó a dominar a la perfección, hasta el punto de compilar y traducir una selección de aforismos y máximas filosóficas de tradición occidental al chino, lo que representó un diálogo intercultural sin precedente. En Zhaoqing, Ricci también elaboró el mapa Kunyu Wanguo Quantu, la primera obra cartográfica de China.
En cierto momento se hace un paralelismo de lo que fue el inquebrantable espíritu misionero de Ricci con los trágicos sucesos en la comunidad de Cerocahui (Chihuahua), donde fueron baleados los misioneros Javier Campos y Joaquín Mora dentro de la iglesia de la comunidad, mientras resguardaban al guía Pedro Palma. “Lo que se menciona en la obra es esa voluntad inquebrantable de no ceder en su misión espiritual”, comentó el actor Héctor Holden en charla con La Jornada.
“Ricci nunca trató de imponer sus creencias, lo que hizo fue compartir la manera en que concebía el mundo, al tiempo que entabló un diálogo intercultural y compartió su conocimiento. Ricci experimentó lo que hoy entendemos como un proceso de inculturación. Es de los pocos misioneros occidentales que es reconocido en China. Fue el primer traductor de las obras del filósofo Confucio al latín, con lo que demostró su comprensión de las costumbres, pensamientos y cultura china.”
De eso también habla la pieza, continuó Holden, “de cuando ellos (la corte china de la dinastía Ming) entendieron que Matteo Ricci comprendía por entero su pensamiento y cultura; de ahí que, a final de cuentas, el tema de la obra es la amistad intercultural que se forja en la confianza”.
El actor destacó el contemporáneo y poderoso trabajo escenográfico y de iluminación de Philippe Amand, así como el extraordinario vestuario de Carlo Demichelis y Jerildy Bosch, que evoca a la China del siglo XVI.
Con un elenco conformado por Esther Orozco, Rocío Leal, Alejandra Garduño, Pati Yáñez, Valentina Manzini, Ricardo Leal, el mismo Héctor Holten, Andrés Weiss, Adrián Aguirre y David Martínez Zambrano, quienes representan entre cinco y siete personajes, la propuesta escénica integra (además de un trabajo de multimedia) máscaras y títeres cuya elaboración estuvo a cargo de José Pineda.
Matteo Ricci es la tercera parte de la trilogía producida por Enrique González Torres sobre destacados jesuitas. La primera fue La expulsión, en la que se rememoró el exilio del humanista Francisco Javier Clavijero y, la segunda, El corazón de la materia, acerca de las hazañas del paleontólogo Pierre Teilhard de Chardin.
Con la composición coral en vivo a cargo de Juan Pablo Villa y el diseño sonoro de Joaquín López Chapman, Jesús Cuevas y Pedro de Tavira, la propuesta escénica Ma-tteo Ricci se presenta en temporada en el Teatro de las Artes del Cenart (Río Churubusco y calzada de Tlalpan, colonia Country Club), de miércoles a viernes a las 19 horas; sábados y domingos a las 16 horas. Los boletos tienen un costo de 150 pesos, con promociones los jueves a 30 pesos y viernes dos por uno.