Con música o plegarias, cientos de personas acudieron a cementerios de la ciudad para visitar la sepultura de madres y abuelas, mientras los restaurantes tuvieron largas filas de familias que se reunieron para festejar, aun cuando fue media semana y una lluvia generalizada cubrió a temprana hora la ciudad, que tuvo el resguardo de casi 7 mil policías en los principales punto de reunión para la celebración.
En el panteón San José, del barrio San Pedro, en Iztacalco, la familia Vargas Alcántara se juntó en torno a la lápida de Rosa Zarco y Agustina Alcántara. “Mi mamá y mi tía siempre reunían a la familia en vida y lo siguen haciendo”, comenta uno de los hijos de Rosa. “Aquí nos encontramos muchos tíos, sobrinos, primos, nietos; ahora sí que nos siguen juntando, nos siguen uniendo”.
Decoraron la lápida con un tendido de letras: “Te quiero mamá”, mariposas, hojas de tela y flores que acomodaron junto a las matas en la tierra, margaritas, gardenias, flor de Belem y rosas. También le pusieron canciones de Las Jilguerillas: Paloma blanca y Despedida con mariachi eran algunas de sus preferidas, agrega otra de las hijas de Rosa.
A unos metros de allí, la voz de Bienvenido Granda con la Sonora Matancera se reproducía frente a la tumba de Francisca Sánchez, quien este mes cumple cuatro años de fallecida, por lo que sus parientes cocinan mole para recordarla cada 10 de mayo.
En tanto, muchas personas debieron hacer filas y anotarse en listas de espera para tener mesa en restaurantes como el Café Tacuba, en el Centro Histórico –como no ocurría desde 2020 por la pandemia– para celebrar el Día de las Madres, escena que se repitió en Parque Delta, donde los locales de El Bajío, The Cheesecake Factory, Italiannis y PF Chang’s tenían grandes grupos afuera, como los familiares de Avelina, que llegaron desde las alcaldíoas Tláhuac, Iztacalco y Benito Juárez para celebrar.
Y es que ante la ausencia de festivales escolares las agencias de viajes ofrecieron paquetes para el festejo nocturno a bordo de un Turibús con mariachi en dos horas de recorrido. Garibaldi fue otro lugar elegido para celebrar, como lo hicieron las hermanas Norma e Irma Aldana, que llevaron a su madre María Ramírez a festejarla con algo que le fascina: escuchar música; su favorita, Hermoso cariño, que cantaba Vicente Fernández.
La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México informó que por cada una de las más de 2 millones 790 mil madres capitalinas en los festejos se hizo un gasto promedio de entre 800 y mil 200 pesos.
Desde las primeras horas del día la Secretaría de Seguridad Ciudadana desplegó a 6 mil 891 policías en las 16 alcaldías a fin de garantizar la integridad física y patrimonial de quienes acudieron a festejar el Día de las Madres en los principales lugares que se suelen frecuentar en estos días.