Tras cerca de una hora de marchar, las madres de personas desaparecidas llegaron al Ángel de la Independencia, donde exigieron fin a la impunidad.
“Este 2023 no es un año más. Es otro de buscar, de andar, de vivir la tragedia de las desapariciones en México. Lo que inició con, al menos, mil personas desaparecidas en los años 70, hoy se convierte en una crisis, una tragedia humanitaria que parece no tener fin pues las desapariciones se siguen cometiendo día a día”, manifestaron en un pronunciamiento.
GALERÍA: "Nuestros hijos ¿dónde están?”, claman madres buscadoras.
A sus demandas sumaron también a los familiares de migrantes desaparecidos, quienes “sufren múltiples agresiones durante su tránsito por este país”.
Hasta hoy, enfatizaron, “no se cuentan con registros confiables ni cifras oficiales de cuántas personas migrantes están desaparecidas, a pesar de ser uno de los grupos vulnerables que más riesgos corre frente a grupos delincuenciales y frente a las autoridades corruptas y omisas. Toda desaparición es una grave ofensa para nuestros pueblos, sin importar el país de origen”.
Igualmente, las madres, pero también hermanos e hijos de víctimas de la desaparición, denunciaron el “incumplimiento de México de sus obligaciones de búsqueda e investigación, y la insuficiente institucionalidad para atender la magnitud de esta crisis. Aunado a políticas que estigmatizan, criminalizan y revictimizan a las familias y a las personas desaparecidas, violando los derechos humanos de los nuestros”.
Las manifestantes señalaron también a la Fiscalía General de la República, “que no quiere colaborar en las búsquedas y que no ha cumplido con sus obligaciones de crear los registros forenses que ayudarían a buscar a nuestros seres queridos”.
Acudir a las instituciones responsables de la justicia “es un infierno”, en el momento de denunciar, “en la pésima integración de los expedientes, en las audiencias en juzgados; además de las constantes revictimizaciones, simulaciones y vejaciones desde las estructuras de seguridad, procuración y administración de justicia del Estado mexicano”.
Condenaron las omisiones de las autoridades “que no hacen su trabajo con responsabilidad para respetar, garantizar y proteger los derechos humanos de la ciudadanía” y “son parte de los circuitos de impunidad”.
Ante ello demandaron “Verdad, Justicia y castigo a los culpables”.
En su oportunidad, el obispo Raúl Vera destacó que la “valentía, perseverancia y la testarudez” de las madres buscadores por encontrar a sus hijos, ante la irresponsabilidad de las autoridades, las cuales “han propiciado una ola de criminalidad, a través de la impunidad”.
“Hemos aprendido en la búsqueda, junto con ustedes, que si ha permanecido por años la impunidad en este crimen es una conveniencia de quienes realizan su trabajo para su provecho y sus carreras políticas”, reclamó.
La movilización salió alrededor de las 10 de la mañana. Con las fotos de sus hijos en las manos, en pancartas o colgadas cerca del corazón, madres de personas desaparecidas salieron del Monumento a la Madre hacia el Ángel de la Independencia para exigir dar con el paradero de sus familiares y frenar la crisis de desaparecidos en el país.
Tras una celebración ecuménica y guardar un minuto de silencio por todas las madres que han sido asesinadas por buscar a sus hijos, así como por aquellas que han muerto por enfermedad sin ver el regreso de sus seres queridos, las participantes lanzaron las consignas “¿Dónde están? ¿Dónde están? Nuestros hijos ¿dónde están?”, “10 de mayo no es de fiesta, es de lucha y de protesta” e “Hijo escucha tu madre está en la lucha”, son algunas de las consignas de las manifestantes.
El contingente estuvo integrado por madres de diferentes estados del país, entre ellos Guanajuato, Estado de México y Coahuila, pero también encabezan la movilización mujeres de países de Centroamérica, como El Salvador.
El obispo Raúl Vera llega a la Glorieta del Ángel de la Independencia para participar en la ‘Marcha de la Dignidad Nacional Madres buscando a sus hijas e hijos”, en la Ciudad de México, el 10 de mayo de 2023. Foto Tania Molina Ramírez.
Esta es la marcha número 12 de madres buscadoras y el lema de esta ocasión es “No conocemos fronteras para buscarles”.
Uno de los casos es el de Ricardo Orozco Cesar, quien desde el 19 de agosto de 2016 desapareció mientras se dirigía a su trabajo, en Tizayuca, Hidalgo.
Su hermana, Angélica, marcha entre los cientos de personas sobre Paseo de la Reforma, y cuenta que “no hay pistas ni avances en las investigaciones”.
Reclamó a las autoridades “que hagan su trabajo porque estamos aquí” para exigir justicia.
“Las autoridades no investigan. Uno como familia es quien lo hace y aún así no tenemos avances”, acusa.
Angélica señala que cada vez que acude con las autoridades para conocer si hay avances en las indagatorias, “nos dicen que para qué estamos ahí, y entonces tenemos que buscar por nuestra cuenta”.
Y así lo hacen: “nos dirigimos a la zona donde desaparece y preguntamos (por su familiar) y tenemos algunos testimonios”.
Sin embargo, cuando las autoridades los citan a declarar, los testigos terminan por no hacerlo “por temor a represalias”.
Pasadas las 11 de la mañana, la marcha de madres buscadoras llegó al Ángel de la Independencia, donde emitirán un posicionamiento.