Morelia, Mich. Madres y familiares de personas desaparecidas se manifestaron frente a la 21 Zona Militar y realizaron una marcha a Palacio de Gobierno pata exigir a las autoridades de seguridad se apliquen en la búsqueda de sus seres queridos, “porque realmente les ha faltado un equipo de inteligencia, porque no es posible que las personas que participan en la búsqueda tengan más información que las instituciones encargadas de las investigaciones”, señaló Rebeca Alfaro Madrigal, madre de Daniel Ramos Alfaro, desparecido el 2 de octubre de 2013 en Uruapan.
Comentó que la Fiscalía General de Michoacán ha acompañado a los familiares de los desaparecidos a buscarlos en diferentes puntos del estado, pero les ha faltado investigar a fondo. Daniel, de 21 años de edad, desapareció cerca de la comunidad de Betania, y la gente de ese lugar aseguraba que se lo habían llevado un grupo de militares; otros que se había ido en una camioneta cortadora de aguacate y otros más que lo había tirado a un barranco.
“Lo cierto es que la misma gente de ese lugar era la que falseaba la información porque en esa zona se sembraba droga. Mi hijo decía que no le preocupaba porque el solo se dedicaba a dar clases a los niños y no se metía con nadie, y toda la gente lo trataba bien”, apuntó.
En los últimos cinco años suman más de cuatro mil desaparecidos en Michoacán, y el 10 por ciento está bien documentado porque se trata de aquellos que fueron detenidos por elementos de los tres órdenes de gobierno, o por algún grupo de la delincuencia organizada.
También participaron en la manifestación los familiares de los hermanos Amafer, Armando, Solón y Venustiano, así como Jesús Guzmán Jiménez, padre de los jóvenes. Desaparecieron entren 1974 y 1977, eran originarios de Tarajero, municipio de Zacapu. Fue durante la llamada guerra sucia. La información ha sido escasa, “incluso de Venustiano, que en ese entonces tenía 15 años, ni siquiera hay un archivo”, indicó Abdayán Guzmán, hermano de los cuatro desaparecidos.
Son decenas de casos que presentaron los familiares de personas desaparecidas, la única coincidencia es que prevalece la impunidad y la falta de resultados. Entre las víctimas ha habido estudiantes, profesionistas, agricultores y activistas, en este último rubro, el pasado 15 de enero desaparecieron el líder comunal de Aquila, Antonio Díaz Valencia y el abogado y defensor de derechos humanos, Ricardo Lagunes. Después de una asamblea comunal realizada en la cabecera municipal de Aquila, horas más tarde, en los límites con Colima, fue localizada la camioneta en la que viajaban, de ellos no se ha vuelto a saber nada.