Una mañana de 2016, la cinerrealizadora Carolina Corral Paredes escuchó una noticia que la estremeció: “La Fiscalía General del Estado de Morelos reconocía que tenía una fosa común en el panteón de Tetelcingo, Cuautla, y que por presión de los familiares de los desaparecidos iniciaría la exhumación de aproximadamente 84 cuerpos, que no tenían carpetas de investigación y que permanecían sin identificación, para ser entregados a sus familias”.
Luego, la cineasta tomó su cámara y se fue al sitio para documentar el hecho y poco a poco tejió la historia contenida en el documental Volverte a ver, que se proyectó ayer en la Cineteca Nacional.
La película sigue la historia de Lina, Angy y Edith, dos madres y una hermana de gente desaparecida, quienes se entrenan como peritos forenses para participar en la exhumación de más de 200 cuerpos que la fiscalía de Morelos enterró en secreto. El documental acompaña a las mujeres. Sus análisis revelan una realidad escalofriante: el Estado es parte de la cadena de desaparición de personas a través de sus fosas ocultas.
En entrevista con La Jornada, Corral Paredes señaló que su documental “deja muy claro de qué tamaño es la impunidad en nuestro país. De qué tamaño es el ocultamiento por parte del gobierno. Si acaso la película tiene algo de esperanza, ésta se encuentra en las mamás, en el trabajo de equipo que hacen para revelar que la administración del entonces gobernador del estado, Graco Ramírez, tenía no una, sino dos fosas comunes: la de Jojutla y después la de Tetelcingo. Por supuesto, el titánico trabajo de estas mujeres para organizarse y lograr abrirlas. Por un lado, está toda esa desesperanza que viene por parte de nuestro gobierno y, por otro, el trabajo de las mamás, que, para mí, es uno de los movimientos más activos y organizados que hay actualmente. La cohesión entre ellas y su organización es lo que dio luz para pararse ante esas fosas a filmar”.
Agregó: “La ciudadanía es la única que va a encontrar a sus desparecidos, porque hay que estar al pie del cañón en cada uno de los casos. El Ministerio Público y los funcionarios siguen cometiendo errores. En la formación de cada carpeta de investigación está la constancia de las mamás, que ayudan a encontrar a los desaparecidos, porque el gobierno lo sigue ocultando, pues en cada una de las fosas guarda grandes secretos”.
Cadena de complicidad y ocultamiento
Magali Rocha, productora de Volverte a ver, sostuvo: “Hablamos de 2016, cuando se escuchaba de fosas atribuidas al narcotráfico, narcofosas, pero esa ocasión fue la primera vez que se supo que un gobierno tenía fosas comunes y clandestinas, ocultas… el mismo gobierno enterrando a personas que están siendo buscadas… el gobierno enterrando desaparecidos y siendo parte de esta cadena de impunidad, complicidad, ocultamiento”.
Merle Iliná, encargada de hacer la campaña “Desenterrando la verdad”, que acompaña al estreno del documental, tomó la palabra: “Lo que se me hace atroz no es lo que está plasmado en el documental, sino que es nuestra realidad. Se sufre una doble desaparición: la ligada a los grupos delictivos y la estatal en estas fosas comunes. Se estima que hay 53 mil personas en esta situación. Hoy día, a pesar de que la exhumación de Tetelcingo y Jojutla fue hace casi siete años, cada vez cobra más relevancia porque en el país puede haber muchas fosas como las que aborda la película y son las familias las que han luchado para encontrar a los desaparecidos e identificarlos. La campaña tiene el objetivo de sensibilizar sobre la crisis forense de las fosas comunes y la doble desaparición de la que hablamos, así como la intención de que se vuelva a abrir la fosa común de Jojutla, porque aún faltaron 200 cuerpos por exhumar que no se realizó al momento de hacer el documental. Hasta la fecha sólo 14 han sido reconocidos”.
La directora retoma la palabra: “El documental me dejó un profundo dolor en el alma, saber que hay mujeres pasando por esto, buscando a sus hijas, porque nadie se merece estar en esa situación, eso me genera impotencia y dolor. Ese sentimiento se amplifica por 120 mil familias que están buscando a sus desaparecidas y desaparecidos. Por otro lado, reafirma mi admiración por la tremenda organización de las mujeres, por su astucia, específicamente María y Amalia, para reunir los documentos para abrir esas fosas y su tenacidad para mantener un colectivo tan cohesivo y lleno de cariño como lo es Regresando a Casa Morelos. Admiración por estas mujeres, por seguir juntas, por seguir buscando, por todos los entrenamientos sobre estudios de forenses, derecho y derechos humanos, a los que se han sometido; admiración por una sola cosa: no tendrían que estar haciendo esto”.
Rocha irrumpió: “Pareciera que en el momento en que se dieron a conocer esas fosas tocamos fondo, pero no es así porque las protagonistas de Volverte a ver no han encontrado a sus seres queridos. En ese momento cuando se abrieron las fosas tampoco fue el inicio de este periodo oscuro por el cual estamos pasando. Los verdaderos cambios vienen por parte de la sociedad”.
Merle Iliná cerró: “El mayor aporte de Volverte a ver es el derecho a la memoria, porque todo esto es un ejercicio de memoria que va a quedar como la lucha que emprendieron estas mujeres en este momento. La cinta trasciende la pantalla y se vuelve una herramienta para los colectivos que buscan a sus familiares en otros estados. En el norte del país ayudó a que la gente se interesara y aprendiera más sobre la documentación forense. Queremos llamar a la acción a toda la audiencia, porque al ser una realidad tan cercana todos podemos involucrarnos de alguna forma. Incluso organizando una proyección en su comunidad”.
Volverte a ver saldrá a la luz de forma comercial el 18 de mayo.