Madrid. Real Madrid y Manchester City dejaron en vilo su serie de semifinales de la Liga de Campeones, luego de su empate 1-1 en el Santiago Bernabéu.
Los merengues apelarán a su ADN competitivo y a su linaje ganador, para doblegar en Inglaterra a un equipo ávido por conquistar su primera Orejona.
El equipo español se adelantó con un disparo afuera del área del brasileño Vinicius (36), pero el belga Kevin de Bruyne igualó con otro potente impacto (67) y los dos conjuntos se jugarán la próxima semana el pase a la final en Mánchester.
“Está abierto, nos jugamos nuestro pase ante nuestra gente y lo estamos deseando”, dijo el técnico del City, Pep Guardiola, tras el partido.
Relajados y sonrientes
Vinicius Júnior y Erling Haaland lucían relajados y sonrientes jus-to después del silbatazo final, cuando se abrazaron. El brasileño y el noruego parecían satisfechos.
“La sensación de un buen resultado la tenemos ambos”, aseveró el técnico del Madrid, Carlo Ancelotti, quien llegó a 190 encuentros dirigidos en la Champions. “Es una eliminatoria igualada, y ahora nos toca fuera de casa. No tendremos a la afición, pero sí dentro del corazón”.
Los merengues doblegaron al City en las semifinales de la pasada edición rumbo a la conquista de su título 14.
El Madrid empezó sufriendo debido a la presión del City, prácticamente el único equipo sobre el campo durante la primera media hora de juego, antes de empezar a crecer a partir del gol de Vinicius.
Los dirigidos por Guardiola fueron dominadores absolutos del balón con más de 70 por ciento de posesión en el primer tiempo, pero le costaba conectar con Erling Haaland, al que la defensa blanca tuvo muy vigilado y apenas pudo participar.
El atacante escandinavo mantuvo un duro duelo con la central que conformaron Antonio Rüdiger y David Alaba.
Pese al yugo inglés, los locales se fueron al frente en una jugada vertiginosa que inició Luka Modric en su propio campo y que continuó Eduardo Camavinga a toda velocidad, hasta ceder el balón a Vinicius, quien sacudió las redes con un zapatazo potente desde los linderos del área.
El gol sirvió para animar a los madrileños, que empezaron a crecer hasta hacerse con el control del juego frente a unos Citizens que bajaron el ritmo.
Mala noche
Benzema volvió a vivir una mala noche en el Bernabéu, alejado de sus mejores actuaciones en el feudo madridista.
Sin la misma intensidad de los ingleses, con la cual habían anulado al conjunto blanco en la primera mitad, el partido se abrió para los dos clubes.
Apareció entonces De Bruyne para soltar un gran disparo desde la frontal que se coló pegado al palo derecho de Thibaut Courtois.
El gol cayó como un jarro de agua fría para los merengues que recibieron la igualada cuando más apuros estaban pasando sus rivales.
Con el 1-1 en el marcador, los dos equipos se preocuparon más en no cometer ningún error que en marcar el segundo tanto.