En la Universidad Iberoamericana (Uia) existe un ambiente de “precariedad laboral” para los profesores de asignatura, pues aunque son quienes se encargan de dar la mayor parte de las clases, no reciben todas las prestaciones básicas a las que deberían tener derecho, tampoco cuentan con estabilidad en el empleo ni posibilidades de crecimiento, revelaron maestras de dicha casa de estudios.
Consultadas a propósito del reciente surgimiento de la asamblea estudiantil en esa institución –entre cuyas demandas está dar mejores condiciones de trabajo al cuerpo docente–, académicas de diversas licenciaturas consideraron que en esta universidad han comenzado a prevalecer de forma excesiva los criterios económicos por sobre los educativos o los humanistas.
Bajo condición de anonimato por temor a alguna represalia laboral, una docente de asignatura consideró que el actual movimiento estudiantil nació por razones justas, “pues los alumnos están pagando colegiaturas cada vez más elevadas, al mismo tiempo que cortan las becas de licenciatura y posgrado”.
Además, “preocupa la falta de transparencia en el uso de los recursos. Con el afán de ahorrar, la rectoría ha aumentado de 15 hasta 30 el número de alumnos por grupo y al mismo tiempo contratar a menos profesores y cambiar los planes de estudio mezclando materias sin conexión entre sí”.
La Uia “nos pone a los profes de asignatura un tope de 12 horas a la semana para evitar pagarnos prestaciones, como Seguro Social, y esa inestabilidad laboral ya la perciben los alumnos”.
Por separado, otra maestra coincidió en que cada semestre los docentes de asignatura viven la incertidumbre de saber si se les van a asignar grupos, y aunque admitió que la baja en la matrícula generada por la pandemia sí ha afectado a la universidad, señaló que el manejo económico y académico ha sido criticable.
“La escuela se reserva el derecho de abrir grupos por la falta de estudiantes, pero al mismo tiempo ves que construyen nuevos laboratorios o talleres sin que haya capital humano para enseñar a los alumnos que los utilizarán. Realmente no les interesa la formación de los jóvenes, sino que la Ibero se vea bien, apantallar hacia fuera y recuperar la matrícula perdida.”
A finales de abril La Jornada solicitó una entrevista a las autoridades de la institución para que expongan ese y otros temas, pero la respuesta fue que habría posibilidad de concederla hasta la próxima semana.