Guadalajara, Jal., “Canelo, quítate los lentes para ver cómo quedaste con la pelea”, pidieron a Saúl Álvarez, quien respondió: “No quiero perder el glamur”.
La insistencia lo llevó a desprenderse unos segundos de las gafas oscuras que ocultaban un poco los estragos de la pelea ante el británico John Ryder, a quien derrotó por decisión unánime en el estadio Akron de Guadalajara.
El mexicano no tiene dudas sobre sí mismo, se considera ídolo nacional. Si tiene malquerientes y entusiastas, eso, dice, ya no le inquieta, aunque es frecuente que se enganche con quien supone que no lo aprecia.
“El país tiene varios ídolos. Estoy yo y Checo Pérez. Hay mucho talento en México, y afortunadamente estamos pintando de verde el mundo del deporte”, afirmó convencido.
“Se me enchinó la piel con el recibimiento que me dio la gente, y ya ven que dicen que según no me quieren”, ironizó el campeón indiscutible de la división de peso supermediano de los cuatro organismos del deporte, CMB, OMB, AMB y FIB.
“Ya no me molestan los comentarios contra mí. La respuesta de la gente ahí está a la vista. Los que piensan que no soy lo que dicen, pues es cosa de ellos”, agrega.
El estadio tardó en llenarse, aunque no se desbordó de asistentes. Para la pelea estelar ya estaba lleno el recinto de las Chivas, aunque podían verse algunos sitios desocupados. Sin embargo, la respuesta de los seguidores del púgil fue incondicional, pero con algunos silbidos de impaciencia cuando el duelo avanzó y no fue liquidada por nocaut como prometió Canelo.
“Uno sale a buscar el nocaut, pero no se da. Ni modo, así es el boxeo, sobre todo cuando enfrente tienes a un peleador que está dispuesto a todo”, consideró el tapatío.
“Controlé la pelea. Hice lo que tenía que hacer, de eso estoy muy orgulloso –celebró–. Fue una noche especial, porque significó el regreso a mi país y a mi ciudad, de donde salí para cumplir un sueño, aunque nunca pensé que sería de este nivel.”
Cada pelea del Canelo tiene una interrogante para sus detractores: ¿por fin enfrentará a rivales que representen verdaderos retos? El mexicano no los menciona por su nombre, salvo al que tiene ya en puerta, Dmitry Bivol, ante quien perdió hace exactamente un año, el 7 de mayo de 2022.
“Tengo una pelea en septiembre y tengo en mente a Bivol”, afirma; “estoy muy motivado, porque me he arriesgado y he perdido, pero hay que ver ante quién y, sobre todo, cómo he perdido. No han sido derrotas frente a cualquier peleador”.
Pero el nombre que revolotea alrededor de él es de otro mexicano, David Benavidez, a quien desde hace tiempo lo consideran el verdadero reto para el campeón supermediano.
“Tengo algo en mente en septiembre, pero estoy dispuesto a pelear con los mejores, cualquiera que sea el nombre. Si es otro mexicano, pues venga, no rehúyo de nadie.”
Canelo se va feliz de la noche del sábado, cuando pudo culminar como se esperaba: demoliendo a un rival a quien no se le conoce fuera de Reino Unido, donde el mexicano quiere probar suerte.
“Hay muchos lugares donde puedo pelear, pero tengo muchos deseos de presentarme en Londres, creo que sería una gran experiencia. Todavía queda Canelo para rato, quisiera pelear toda la vida porque este deporte no es un trabajo para mí, sino algo que hago con placer. Tengo 32 años, pero tal vez en unos cinco me despida de esto... aunque no sé, puede ser que llegado el momento decida prolongarlo un poco más. Ya se verá”, finaliza.