Ciudad de México. Con las recientes guías alimentarias para la población, México avanza hacia un nuevo paradigma nutricional, al incluir la reducción en el consumo de carnes rojas y procesadas, que sólo deben representar un máximo de 8 por ciento de la dieta; además de aplicar una de las metas enunciadas desde el inicio del sexenio: favorecer el consumo de alimentos de temporada y locales, que son “palabras claves para la autosuficiencia alimentaria y para no dañar al planeta”, afirmó Simón Barquera Cervera, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Se trata de 10 recomendaciones básicas para una dieta saludable, sostenible, respetuosa de la biodiversidad y accesible, elaboradas por un equipo multidisciplinario del Grupo Intersectorial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y Competitividad (Gisamac), “con bases científicas sólidas, libres de conflicto de interés y ajenas a la industria de la alimentación”, explicó el experto.
Destacó que con estas guías, cuyo lanzamiento será el 20 de mayo, se recomienda a la población una alimentación respetuosa de la biodiversidad, sostenible y con énfasis en nuestra cultura culinaria, la de la milpa.
Por ello, propone que el llamado Plato del Bien Comer se integre de forma distinta al vigente, ya que el consumo de frutas y verduras debe representar 50 por ciento; la ingesta de leguminosas, 15 por ciento; granos y cereales, un máximo de 22 por ciento, y sólo 5 por ciento del plato debe destinarse para aceites y grasas saludables. Asimismo, enfatiza que debe evitarse el consumo de productos alimenticios con sellos de advertencia.
“No se eligieron los porcentajes por gusto. Se tomaron decisiones con base en análisis científicos, de gasto, de impacto ambiental y sostenibilidad, así como de los requerimientos en salud a fin de minimizar riesgos de enfermedades”, explicó Barquera.
Agregó que “si queremos que haya un planeta para las futuras generaciones, tenemos que cambiar nuestra forma de comer. Reducir el consumo de carnes rojas, beber agua simple y aceptar que la comida chatarra no sólo es más cara, también es mala”.
En estas guías alimentarias, “logramos decir todo. No sólo evitar las bebidas azucaradas y fomentar la lactancia materna y evitar las fórmulas lácteas. Se dice claramente: no comas chatarra, no bebas alcohol y no a los sucedáneos de la leche materna, enfócate en los alimentos locales, frescos y de temporada”.
Las guías, explicó, son una herramienta de orientación nutricional moderna, a la altura de las mejores del mundo, y en la que se puso énfasis en las conductas de riesgo y en la sostenibilidad de una alimentación sana.
“Son guías elaboradas con una dieta adecuada que podamos consumir con la menor huella de impacto ambiental y pensando que todos los mexicanos tenemos derechos a una dieta sana, accesible y sustentable. Por eso se recomienda volver a la dieta mesoamericana, a la de la milpa, a los frijoles y las leguminosas.”
Barquera Cervera, uno de los expertos que participó en su elaboración, destaca que estas 10 recomendaciones fueron diseñadas “pensando en la población en general, pero se puede adaptar a las distintas regiones; de hecho, la Secretaría de Salud ya está trabajando en su adecuación a las distintas zonas del país y a los productos de temporada y locales que tenemos en todo el territorio.
“No es normal consumir frutas o alimentos que provienen de Chile, Brasil o Japón, en lugar de alimentarnos con productos de temporada y locales que llegan frescos y saludables a nuestras mesas por un costo mucho menor”, concluyó.