La voluntad política del Presidente y de todas las autoridades federales y estatales para celebrar procesos electorales limpios y democráticos parece una constante en el sexenio. En 2019 se realizó la primera prueba durante la elección extraordinaria organizada por el INE para elegir al gobernador del estado de Puebla ante la lamentable muerte de la mandataria Martha Érika Alonso. La elección se realizó sin mayores contratiempos. El candidato en la segunda posición reconoció su derrota y no hubo impugnaciones que reclamaran un fraude electoral en el proceso.
En 2021 se celebró la elección más grande y compleja de la historia hasta ese momento. Estuvieron en juego más de 21 mil cargos de elección popular, entre ellos 15 gubernaturas y la renovación de la Cámara de Diputados. Los resultados de estos comicios dejaron 11 gubernaturas para Morena y sus aliados. Por lo que toca a la Cámara de Diputados, el partido en el poder perdió en esta elección la mayoría calificada, lo cual complicaría en los años siguientes la aprobación de reformas constitucionales propuestas desde la Presidencia. Todas las instituciones del Estado mexicano trabajaron en conjunto para lograr buenos resultados y aunque la oposición al gobierno señalaba que éste podía intervenir para llevarse “carro completo”, al final el poder se repartió según los votos de la ciudadanía. Incluso en la capital, Morena perdió la mitad de las alcaldías que gobernaba desde 2018.
Para el año 2022 se renovaron seis gubernaturas y Morena venció en cuatro entidades. Durante y después de los procesos electorales las incidencias fueron menores. En cuatro estados (Aguascalientes, Durango, Hidalgo y Tamaulipas) los partidos concretaron juicios de inconformidad, que fueron desechados, mientras que en Oaxaca y Quintana Roo los candidatos que ocuparon la segunda posición reconocieron sus derrotas.
El mes próximo el sistema electoral mexicano tendrá dos pruebas más: la renovación de las gubernaturas en Coahuila y el estado de México. Hasta el momento los procesos electorales marchan sin incidentes mayores. En la Fiscalía Electoral se han recibido únicamente cuatro denuncias por posibles delitos que están siendo analizadas meticulosamente.
La prueba de fuego para el sistema electoral se dará en la cercana elección presidencial de 2024, en la que podremos ver si la tendencia histórica a imponer candidatos más allá de la voluntad popular se ha erradicado de nuestra vida política.