El proyecto de reforma a la Ley del Mercado de Valores y a la Ley de Fondos de Inversión, con el que se busca impulsar el desarrollo y crecimiento del mercado bursátil mexicano, que se aprobó el 28 de abril en el Senado de la República, es un impulso al mercado mexicano, pero se necesitarán cambios constantes para ver un resultado contundente, prevén especialistas.

Gustavo Madero, senador del Grupo Plural, consideró que quizás los cambios aprobados no sean la respuesta para el desarrollo del mercado bursátil mexicano, pues consideró que serán insuficientes.

Madero, quien en diciembre de 2005, en su calidad de presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, dio luz verde a la Ley del Mercado de Valores, en la que destacaron la creación de las sociedades anónimas promotoras de inversión (SAPI), con el fin de preparar el camino para financiarse en Bolsa, sostuvo que se han llevado a cabo acciones para desarrollar el mercado.

“La simplificación de los trámites para financiarse en la bolsa es uno de los problemas que se consideran en esta reforma, pero la economía informal y la evasión fiscal son problemas grandes que no se atienden. La gente no quiere que se sepa cuánto venden, cuánto valen y cuánto pagan de impuestos. En México hay 6 millones de microempresas; 214 mil pequeñas, 43 mil medianas, y sólo hay 13 mil 500 grandes. Es un enorme mercado, si la bolsa tiene a 150 empresas atendidas.

“Tenemos, no sólo dos bolsas, se tienen a los inversionistas institucionales y no se invierte en el mercado bursátil. Lo que está aquí está bien, pero hay que seguir impulsándolo de una manera más amplia y audaz. México se merece un mercado de capitales que atienda de manera eficiente a las empresas para su crecimiento.”

La bolsa debería ser para todo tipo de empresas y no “encajonarse” en un solo segmento, opinó Marcos Martínez Gavica, presidente del consejo de administración del Grupo Bolsa Mexicana de Valores.

Para María Ariza, directora general de la Bolsa Institucional de Valores (Biva), hay una problemática en el mercado, y no tiene que ver sólo con facilitar la entrada a la oferta de empresas, sino con el apetito de la demanda.

“La demanda que existe hoy es prácticamente institucional, 5 millones de cuentas hasta hoy, pero es muy pequeña para el tamaño de la economía, por lo que se tiene un mercado poco profundo y poco líquido, pero muy concentrado en el capital institucional. Tenemos que trabajar muy fuerte para que la oferta encuentre a la demanda y viceversa. Y es que hay apetito en empresas innovadoras internacionales, ya que más de 50 por ciento de la operación está en el mercado global. Ese inversionista individual que está participando en estas empresas, pues en el mercado nacional no las hay”, destacó Ariza.

Es por ello que también se necesitan, destacó la directora de Biva, incentivos fiscales para las empresas que están en los mercados, ya que hay que ser competitivos a nivel internacional para que las emisoras vean a México como una opción también.