La siembra y cosecha de fresa en una chinampa de Xochimilco acondicionada con un invernadero tipo túnel, es un acto innovador de trabajar en el campo, asegura José Luis Plata Gómez, originario del barrio Caltongo, quien recuerda que su abuelo utilizaba la yunta a cielo abierto para sembrar hortalizas sólo en ciertas temporadas.
Hace dos años, junto con Antonio Alejandro López y otras tres personas, constituyeron la cooperativa Producción de Fresas en Módulos Tridimensionales y Derivados, por lo que recurrieron a instalar un mecanismo construido con tubo de policloruro de vinilo (PVC) y acero, que a decir de los productores “es hacer uso de la tecnología”.
Con el segundo apoyo económico de 118 mil pesos que recibieron el año pasado por parte de la Secretaría del Trabajo y Fomento Económico de la Ciudad de México compraron 10 módulos tridimensionales, de 6 metros de largo en los que lograron producir 2 mil 500 plántulas de fresa.
Entrevistados en la zona chinampera Tiras de Zacapa, explican que el reto a corto plazo es contar con 10 módulos adicionales para tener 5 mil plantitas, de las cuales puedan obtener un kilogramo de la fruta por cada una en promedio al mes, para sumar cinco toneladas.
Experiencia y juventud
A dos años de su conformación han logrado que el tamaño de la fresa –clasificada como variedad Monterrey– sea de cinco centímetros de alto, 3.5 de ancho y un peso de 35 gramos, lo que hace que el producto sea atractivo para los consumidores, además de que el sabor es dulce.
Hasta el momento, los productores venden la fresa a turistas nacionales e internacionales que visitan Xochimilco, así como en los mercados de plantas de la demarcación, por lo que su objetivo es enviar directamente su producto a restauranteros y personas dedicadas a la venta de nieves, paletas, agua, mermeladas y postres.
Además del mecanismo tridimensional, los productores cuentan con especies ornamentales de fresa, que al igual que las plántulas son nutridas con productos orgánicos, regadas de forma manual y su crecimiento es supervisado todos los días por el equipo conformado por Erick, Alexis, ambos de 21 años, y Yeshua, de 24, quienes son originarios de Xochimilco y beneficiarios del programa federal Jóvenes Construyendo el Futuro de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Ellos reciben un apoyo de 6 mil 300 pesos mensuales, y aseveran que la siembra y cosecha con el sistema tridimensional resulta atractivo porque a corto plazo pueden aplicar la experiencia y conocimiento en un invernadero propio.
José Luis y Antonio Alejandro, quienes se han dedicado prácticamente toda la vida al campo, insisten en que dicha técnica es innovadora porque no requiere de una parcela de grandes dimensiones para la siembra y cosecha de fresa.
“Es tener visión. Nosotros dijimos vamos a sacarle una buena utilidad en poco espacio, con poquito terreno vamos a hacer rentable la siembra y cosecha del producto”, comenta Antonio Alejandro, quien menciona que el principal enemigo de la fresa es la araña roja, por lo que cuando detectan que la planta adquiere un color amarillento, antes de que tenga frutos recurren a fertilizantes químicos a fin de no perder la producción.
Destacaron que el invernadero cuenta con malla y piso, que es idóneo para invernaderos, con lo que se evita la entrada de aves, así como el crecimiento de yerba, lo que a su vez hace que obtengan ahorros porque no tienen que contratar a personas para desyerbar, quienes habitualmente provienen del estado de Chiapas, a quienes además se les tienen que proporcionar alimentos y albergue.
Sin embargo, desde hace unos meses los jornaleros prefieren laborar en los estados del norte del país y no en la zona chinampera de Xochimilco.
Los productores invitan a los capitalinos a adquirir las fresas, pero también a inscribirse en los cursos de capacitación para el cuidado de plantas ornamentales como cempasúchil, nochebuenas, rosas, geranios y tulipanes, entre otras especies.