El número de municiones y armas de alto poder decomisadas por las fuerzas armadas ha crecido en meses recientes, afirmó la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez. Remarcó que en la colaboración en materia de seguridad con Estados Unidos, las autoridades mexicanas siguen subrayando la necesidad que las autoridades estadunidenses intensifiquen los esfuerzos para evitar el tráfico ilícito de armamento porque “la violencia que se padece en parte de nuestro país se debe al reforzamiento (con ese arsenal) de los grupos criminales”.
En la mañanera de este jueves, a pregunta sobre el tema, el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó que los aseguramientos de ese tipo de arsenal “es muchísimo” del lado mexicano. “Estamos hablando de armas de alto poder”, y es que, lamentó, no hay un control para la venta de éstas en Estados Unidos.
Pidió a su colaboradora dar algunos detalles sobre el tráfico ilegal de armamento desde Estados Unidos hacia nuestro país, sobre todo lo planteado en la más reciente reunión de los equipos encargados de seguridad de ambas naciones que se celebró hace un par de semanas en Washington.
“Seguimos diciendo que la violencia que padece parte de nuestro país se debe al reforzamiento de estos grupos criminales con armas ilícitas provenientes de Estados Unidos, se hizo hincapié en solicitar que se refuercen este tipo de operativos (para evitar el tránsito ilegal desde el vecino del norte)”.
En los trabajos bilaterales “se hizo este patente efectivamente que los grupos criminales se refuerzan con este tipo de armas de fuego, fundamentalmente con las de alto poder, estas llamadas Barret calibre 50, entre otras”, apuntó Rodríguez.
De lado mexicano, agregó, el número de municiones y armas incautadas por las fuerzas armadas ha crecido.
“Hemos estado trabajando con ellos y se va a hacer la evaluación también, no sólo de lo que hace México, sino de lo que hace Estados Unidos en esta materia”, señaló la funcionaria.
En tanto, el mandatario federal remarcó que en su administración “vemos bien todo lo que signifique unirnos para evitar el contrabando de armas por todo el daño que causa”.
Indicó que dentro de Estados Unidos existe un debate para endurecer las medidas para dificultar la venta y adquisición de armas, sobre todo de alto poder, pero muchos sectores se siguen oponiendo abiertamente a esas medidas de control.