En Los Tudor, el historiador mexicano Pedro Fernández Noriega hace un ejercicio de síntesis para reunir en 100 páginas la historia de una familia, una dinastía y una época que marcó los destinos de Inglaterra, Europa y el mundo.
Publicado por Colofón, es el primero de una serie de libros que el especialista se propone dedicar a las principales casas reales de Europa como parte de su materia de estudio y que tiene previsto abarcará asimismo a los Románov, los Borbones y los Habsburgo, entre otras.
“Por esa línea irá la colección, con las familias más representativas de Europa y las que más interesan al lector promedio”, adelanta el autor, quien en su obra más reciente resume poco más de un siglo de la historia de Inglaterra, de 1485 a 1603, a través de la vida de cinco de sus monarcas que, en conjunto, conformaron una de las dinastías más icónicas de la humanidad: los Tudor, desde Enrique VII hasta Isabel I.
“Es un periodo muy importante para las historias de Inglaterra y Europa, que están irremediablemente ligadas. Lo mismo ocurre con esta dinastía monárquica, la que más arraigo tiene en el imaginario y folclor popular, y no sólo de Inglaterra”, asienta Pedro Fernández Noriega en entrevista.
Última dinastía inglesa
“Todo mundo está involucrado con la idea de las seis esposas de Enrique VIII; cómo no tener en mente a Ana Bolena, imaginándola en la Torre de Londres a punto de ser decapitada, o el repudio que tuvo aquel rey por sus hijas, María e Isabel; qué decir del mito de María La Sanguinaria, muy extendido por los protestantes, o del periodo Isabelino, que es largo y determinante para el ascenso de Inglaterra.”
El historiador recuerda que la Casa de Tudor “es la última dinastía verdaderamente inglesa, porque después vienen los Estuardo, que son escoceses, luego reinaron los Hannover y los que están hasta hoy día, que son alemanes. Entonces, es la última gran dinastía de origen inglés que, me parece, refleja las virtudes y los defectos de los ingleses”.
Por eso, añade, fue una dinastía “tan querida, porque se identificaban muchísimo con ellos, y, por otro lado, es un periodo determinante para el futuro de la historia del reino, de Inglaterra y la Gran Bretaña. Este periodo de los Tudor marca el ascenso de Inglaterra como potencia marítima y después potencia colonial mundial en el siglo XIX, y todo parte de ese periodo”.
Según su autor, lo que hace diferente a este libro sobre la vastedad de obras en torno de esa casa real es que se cuenta la historia de manera corta, “muy digerible y amable.
“No es un libro académico cuya lectura requiera tener antecedentes amplios, cualquiera puede acercarse a él y entenderlo; trato de facilitarlo con árboles genealógicos y uso sólo los nombres indispensables. No pretendo esa erudición un poco pedante que obliga saber de antemano ciertas cosas. Por otro lado, no es una obra de ficción, no es una novela, sino un ensayo histórico narrado de manera ágil y sencilla.”