En 2011 empezó la mayor parte de problemas de deuda que han denunciado miles de derechohabientes del Fovissste a raíz de modificaciones legales en los esquemas de financiamiento, primero a unidades de inversión (Udis), después a salarios mínimos y luego por la unidad de medida y actualización (UMA) en conjunto con el cobro de actualizaciones que muchos beneficiarios desconocían que debían cubrir.
A eso se suman los pagos acumulados por bonos y créditos otorgados por encima de la capacidad de pago. Se trata de factores que han ocasionado que miles de trabajadores al servicio del Estado hayan realizado marchas y manifestaciones.
Mientras, los diputados federales indicaron que hay 140 mil personas con dichos problemas, aunque diversas organizaciones estiman que son más de 350 mil.
Frente a la complejidad del escenario y la diversidad de condiciones en las que firmaron sus contratos, para solucionarlo no se podría con una sola acción, explicó Tania Bonilla, integrante de la coordinación de la Alianza de Trabajadores de la Salud y Empleados Públicos.
Al lamentar la velocidad en que el Senado avaló la reciente modificación, que según ella requiere de ajustes importantes, expuso que la nueva legislación beneficiará sólo a un porcentaje de afectados.
Después de la crisis económica de 1994 los créditos del Fovissste comenzaron a otorgarse en Udis, cuando empezaron los llamados “dobles intereses”, ya que se generó un concepto denominado “actualización”, que no se incluía en el monto que se descuenta de manera automática al trabajador para pagar su financiamiento.
Ese pago se debe hacer anual y se mantuvo cuando en 2011 se aplicó una tasa basada en salarios mínimos en lugar de Udis tras cambios a la ley en la materia.
Eso implicó que la actualización comenzara a ser más alta. “Allí hubo un periodo en el que el sistema de Fovissste deja de operar y muchos que estaban acostumbrados al crédito tradicional y conocían más o menos cómo se manejaba, no le ven la importancia de revisar sus créditos porque pensaban que pagaban con normalidad, pero en 2013, cuando cambia el sistema, se dieron cuenta de que después de un año no bajaba la deuda”.
En 2017 el Fovissste usó como base la UMA, cuando las actualizaciones comenzaron a registrarse entre 30 y 50 mil pesos de manera adicional al cobro mensual que se le descuenta a los trabajadores.
Bonilla agregó que muchos no se percataron de ese monto extra o doble interés, porque se descontaba de un porcentaje del Sistema de Ahorro para el Retiro que aporta la parte patronal, pero cuando el fondo se acabó en la cuenta de miles de trabajadores por el incremento de la deuda, comenzó a reflejarse en montos por pagar.
A eso se le suman los pagos por bonos que otorgó en su momento la Comisión Nacional de Vivienda, que tampoco son parte de los descuentos mensuales.