La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) refirió que mantiene el seguimiento y acompañamiento a la caravana migrante que salió el 23 de abril de Tapachula, con destino a la Ciudad de México, y cuyos remanentes permanecen en Villa Comaltitlán, Chiapas.
En un comunicado, explicó que en estos días ha recabado siete quejas, proporcionado 240 orientaciones jurídicas y 61 “gestiones administrativas y médicas”.
Reportó que dentro del contingente –que calculaba en casi 2 mil personas– existen grupos familiares con niñas, niños y adolescentes, así como personas con discapacidad, adultos mayores, mujeres embarazadas y personas de la comunidad LGBT+.
La caravana también fue seguida por Grupos Beta del Instituto Nacional de Migración (INM), la Guardia Nacional, la Cruz Roja, la Secretaría de Salud chiapaneca, así como por el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova y del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.
Explicó que, como parte de los servicios médicos, atendió a los migrantes que decidieron coserse la boca a manera de protesta, así como a una persona que durante el recorrido se desmayó y fue trasladada a un hospital, donde murió.
Refirió que su personal ha apoyado a migrantes para que, en lo que denominó “diálogos” entre participantes en la caravana del INM para exigir visas humanitarias, se eviten riesgos innecesarios o accidentes de imposible reparación.