Tokio. Asia fue escenario ayer de movilizaciones con motivo del Día Internacional del Trabajo. Miles de sindicalistas, legisladores opositores y académicos se reunieron en el parque de Yoyogi, en esta capital japonesa, y exigieron aumentos salariales para compensar el impacto de los crecientes costos de la vida, cuando aún no se han recuperado del impacto de la pandemia.
De acuerdo con el diario Japan Today, que no dio cifras, la marcha por el Día del Trabajo en Tokio alcanzó una participación sin precedente, sin contar los años en que regían las restricciones por el covid, y se centraron en planes económicos gubernamentales que afectaron a los trabajadores.
En Corea del Sur, decenas de miles de personas asistieron a varias marchas. Los organizadores esperaban que las dos manifestaciones principales en Seúl reunieran a unas 30 mil personas cada una.
Una multitud llenaba el vecindario de Gwanghwamun, en el centro de Seúl, con pancartas contra el gobierno, canciones y discursos de líderes sindicales. La policía capitalina movilizó a miles de agentes para mantener el orden.
Quejas de persecución
Los manifestantes sudcoreanos acusaron al gobierno conservador del presidente Yoon Suk-yeol de perseguir a algunos sindicatos con la excusa de combatir supuestas irregularidades. El gobierno de Yoon ha pedido una reforma laboral con un registro más transparente de la contabilidad de los sindicatos.
El presidente chino, Xi Jinping, extendió ayer saludos festivos y sus mejores deseos a los trabajadores y, envió los saludos y deseos en nombre del Comité Central del Partido Comunista Chino, al que instó a proteger los derechos e intereses legítimos de los trabajadores.
En Indonesia, los trabajadores exigieron que el gobierno revoque una ley para impulsar el empleo, que, afirman, beneficiará a las empresas a expensas de los asalariados y el medio ambiente.
Las autoridades de Pakistán establecieron que las celebraciones se realizaran en espacios cerrados y las marchas se tiñeron de tensiones políticas en Turquía.
Trabajadoras domésticas en el Líbano marcharon en un país sumido en una crisis económica. De acuerdo con Amnistía Internacional, son migrantes que en los últimos meses se han organizado para luchar contra las condiciones de semiesclavitud en las que trabajan.
La guerra de Rusia en Ucrania eclipsó los pocos eventos en Moscú, donde las celebraciones por el Día del Trabajo alguna vez fueron eventos masivos.