Washington y Nueva York. El gobierno de Joe Biden está incrementando en mil 500, a un total de 4 mil, las tropas militares federales desplegadas en la frontera con México para misiones de apoyo de autoridades civiles dedicadas al control migratorio pero también para responder a una batalla político-electoral en este país.
La decisión es parte de los preparativos para enfrentar las posibles consecuencias del fin del llamado Título 42 el 11 de mayo, una medida empleada por el gobierno de Donald Trump y también por el propio Biden para expulsar a migrantes y solicitantes de asilo usando la emergencia de salud pública por la pandemia.
Con múltiples declaraciones de emergencia por la ola migratoria en ciudades fronterizas y el anuncio de medidas de procesamiento de solicitudes de asilo más estrictas, anunciadas por el gobierno de Biden la semana pasada junto con la consigna constante de que “la frontera está cerrada”, el despliegue militar es parte de un esfuerzo no sólo para abordar la crisis en la frontera sino también para contrarrestar las acusaciones republicanas de que los demócratas han perdido el control de la frontera.
De hecho, los republicanos tienen la intención de aprobar un proyecto de ley este mes para resucitar la construcción del muro fronterizo, ampliar la detención de familias migrantes que intentan ingresar sin documentos y nuevas represalias contra quien contrate a mano de obra indocumentada -todo parte de una ofensiva electoral que continuará de aquí a los comicios nacionales de 2024.
El anuncio del envío de tropas adiciones fue confirmado este martes por el Pentágono, cuyo vocero el general Pat Ryder declaró que “a solicitud del Departamento de Seguridad Interna, el secretario [de Defensa Lloyd] Austin aprobó un incremento temporal del Departamento de Defensa de mil 500 de personal militar adicional para suplementar los esfuerzos de [la agencia de] Aduanas y Protección Fronteriza en la frontera suroeste de Estados Unidos”.
Las mil 500 tropas activas autorizadas por orden ejecutiva de Biden la semana pasada y anunciadas este martes, se sumarán a las 2 mil 500 tropas de la Guardia Nacional ya desplegadas en la zona fronteriza, todas las cuales -enfatizó la Casa Blanca, el Pentágono y el Departamento de Seguridad Interna- no estarán directamente involucradas en actividades de aplicación de la ley, sino sólo brindando apoyo administrativo y de monitoreo entre otras tareas. El objetivo es librar a más agentes de la Patrulla Fronteriza para dedicarse a su trabajo de control migratorio.
La misión militar será de un plazo de 90 días y el envío es en respuesta a una solicitud del Departamento de Seguridad Interna, dentro del cual están las agencias de migración y control fronterizo.