Nueva York y Washington., Representantes del gobierno y agricultores chilenos, junto con sus contrapartes de los departamentos del Trabajo y de Estado de Estados Unidos, se encontraron en una esquina agrícola de producción de jitomates en Florida para aprender de primera mano la experiencia inédita del Programa de Comida Justa a nivel local, nacional e internacional creada y promovida por la Coalición de Trabajadores de Immokalee (CIW, por sus siglas en inglés).
Enviados del Ministerio de Agricultura y del Ministerio del Trabajo de Chile y representantes de asociaciones y cooperativas de productores de ese país, junto con algunas contrapartes gubernamentales de Estados Unidos hicieron un gira guiada por la CIW para ver “en vivo” cómo funciona el Programa de Comida Justa en los campos de Florida, donde se encontraron con jornaleros, granjeros y ejecutivos de cadenas nacionales de supermercados.
“Hemos sido un socio con la CIW desde 2010, tenemos el humilde honor de ser el primer cultivador en Florida en firmar un acuerdo directo con el CIW” después de evitarlo, contó Jon Esformes, dueño de Pacific Tomatoes (el cual tiene operaciones en Florida, Georgia, Tenesi y México), a los visitantes. Explicó que al firmar el acuerdo, se notó casi de inmediato la diferencia en los campos entre los trabajadores y los patrones bajo las nuevas normas y mecanismos de protección laboral. “Antes yo era parte del problema, ahora soy parte de la solución”, concluyó.
Estas visitas son importantes, afirma Lucas Benitez, uno de los coordinadores fundadores del CIW, porque se difunde y comparte “un programa que ha salido de un pueblo olvidado en Florida para ofrecer luz en este mundo tan oscuro de la agricultura a nivel mundial”, comentó en entrevista con La Jornada.
No es la primera visita internacional a los campos y trabajadores bajo el innovador código de conducta de la CIW, ni la primer vez que han ofrecido su experiencia a otros alrededor de Estados Unidos –donde opera en 10 estados– y varias partes del mundo. Trabajadores de lácteos en Vermont que producen la leche para los helados Ben & Jerry’s emplearon el modelo y asesoría del CIW dentro de este país, entre otros.
A nivel nacional e internacional se está impulsando una nueva iniciativa con grandes cultivadores y comercializadores de tulipanes y otras flores tanto dentro de este país como en Chile, Sudáfrica y México, y ahora llevarán el sello de Programa de Comida Justa. Bajo esta iniciativa que ya opera en Estados Unidos, estas flores de Whole Foods ahora están envueltas en papel con una etiqueta que dice Fair Food del Programa de Comida Justa y que dice “apoyando a trabajadores, comunidades y el medio ambiente”. Esa etiqueta también está en los jitomates y otros productos comercializados bajo el programa.
Con acuerdos sin precedente entre grandes cadenas de comida rápida y supermercados –entre ellos Taco Bell, Burger King, McDonald’s, Subway y Whole Foods (ahora propiedad de Amazon) y Walmart– y los granjeros y trabajadores a lo largo de los últimos 12 años, la Campaña de Comida Justa no sólo ha elevado los ingresos de los trabajadores, sino que ha mejorado las condiciones laborales, la resolución de disputas y por primera vez ha puesto un alto al hostigamiento y abuso sexual contra las mujeres.
En granjas que están dentro del acuerdo, los trabajadores gozan de normas para evitar abusos y violaciones de sus derechos, incluyendo programas de capacitación sobre sus derechos, un proceso de investigación y resolución de quejas, auditorías independientes de granjas y acuerdos legales, hasta ahora, con 14 de los compradores de productos agrarios más grandes del mundo. (https://fairfoodprogram.org/).
Los acuerdos fueron fruto de campañas nacionales encabezadas por el CIW y aliados religiosos y estudiantiles durante años, y algunas de éstas continúan hoy día contra Wendy’s, Kroger y Publix, casi las últimas grandes cadenas que aún no han aceptado negociar. El árbitro del primer acuerdo, con Taco Bell, fue nada menos que el ex presidente Jimmy Carter. La familia Kennedy también ha apoyado estos esfuerzos, los cuales fueron reconocidos con todo tipo de premios y elogios, incluida la Medalla Presidencial otorgada a los coordinadores fundadores de la CIW, el mexicano Lucas Benitez y el armenio-estadunidense Greg Asbed, por el presidente Barack Obama, así como otros reconocimientos de la Organización de Naciones Unidas (https://ciw-online.org/).
Benitez comentó que “el reto ahora es seguir incorporando a más empresas compradoras, los grandes supermercados a nivel global como Tesco, para que limpien sus lineas de producción con el Programa de Comida Justa y continuar esta transformación”.
Señaló que ahora están expandiendo este esfuerzo en Europa con el sindicato ITF entre los pescadores de la zona de Escocia e Irlanda, donde los trabajadores son africanos y de Indonesia.
Estas transformaciones a través del programa impulsado por el CIW donde antes imperaban condiciones calificadas de “esclavitud moderna” es entre los cambios más dramáticos en décadas para jornaleros, y son resultado de una lucha de años por trabajadores sin derechos y, en su mayoría, inmigrantes de México, Centroamérica y el Caribe, muchos de ellos indocumentados.
“Los jornaleros otorgan a este país nuestra necesidad más básica y a cambio actuamos como si no importaran o no existieran”, comenta John Oliver en su influyente programa de noticias y sátira en HBO Last Week Tonight, que se enfocó sobre los jornaleros y que concluye elogiando los esfuerzos del CIW. ().