Ciudad de México. Víctimas directas e indirectas del delito de violación acusaron al juez de control del Sistema Procesal Penal Acusatorio de la Ciudad de México, Sergio Acevedo, de “proteger a su agresor Juan Manual Vázquez de Luna al negarse a liberar la orden de aprehensión en su contra, porque no fue notificado”.

Durante una manifestación realizada afuera de las salas orales del Poder Judicial capitalino, ubicadas en la colonia Doctores, denunciaron que “somos seis víctimas de este infeliz, todas familiares, que contamos con pruebas en su contra para que se haga justicia, y nada”.

El “amiguismo o compadrazgo que tiene el juez con este agresor ha impedido que se le aplique la ley y sea encarcelado, dejando a las víctimas, la última Yamileth de 10 años, en la indefensión; por lo que le pedimos saber cuál es su precio y se lo pagamos”.

Un grupo de mujeres que las acompañaban mostraban cartulinas con la imagen del agresor de más de 80 años y otras donde demandaban justicia; mientras, otro pintaba en las puertas de la Policía de Investigación, anexa a los juzgados, y en el suelo mensajes en contra del juez de control, Sergio Acevedo y lanzaban bengalas de color morado.

Su presencia llevó a que más de medio centenar de integrantes del agrupamiento Atenea de la Secretaría de Seguridad Ciudadana fuera desplegado en la calle de Doctor Lavista, sin necesidad de actuar, porque la manifestación continúo de manera pacífica.

Las víctimas señalaron que acudieron a denunciar el delito tras morir su mamá, porque “nos tenía amenazadas con acabar con su vida, sí decíamos algo”.

En junio pasado se presentó una denuncia por la violación de Yamileth, integrándose la carpeta de investigación CI1062/06/2022, la cual “no ha avanzado, pese a entregar los estudios y todas las pruebas que tenemos”, explicó Anahí, la mamá de la menor.

Además se informó dónde se encontraba, los días y los horarios en que estaba para que fuera notificado, pero el juez dice que no fue posible hacerlo y niega la orden de aprehensión para enfrente las acusaciones que hay en su contra, comentó.

“Lo único que estoy pidiendo es que haga su trabajo bien, sé que mi hija no es la única víctima de este delito, pero estoy aquí por ella”, señaló Anahí al recordar que la agresión se dio en la cocina de la bisabuela de su hija, cuando acudía a visitarla.

Comentó que, “era la pareja de la bisabuela, cuando íbamos a visitarla, yo platicaba con ella y este desgraciado se llevaba a la cocina a mi hija, con engaños de darle una gelatina, un yogurt o un Yakult; y aprovechaba para que lo besara en la boca, lo tocara y la penetrara”.

Dicha agresión, afirmó, se prolongó por dos años y “mi hija me lo dice cuando su bisabuela fallece y ese desgraciado se larga de la casa. Las otras cinco víctimas son personas grandes, familiares, siendo la última mi hija, acabando con sus sueños, con su niñez”.

Sonia Velázquez Mota señaló que “somos seis víctimas de la misma familia, de mí abusó de los 9 a 14 años; y lo único que quiero es justicia, pues estuvimos amenazados de que iba a matar a mi mamá sí decíamos algo, pero ella ya murió y ahora estamos denunciándolo”.

Las “víctimas no tenemos caducidad”, expresó ante los señalamientos que ha recibido de que carece de garantías para exigir justicia, la cual “seguiré pidiendo, porque hoy vivo con asistencia siquiátrica, con ansiolíticos para pasar el día y tuve que dejar mi trabajo”.

Las agresiones “empezaron conmigo y después siguió una sobrina y sus hijas, otra sobrina y ahora Yamileth, por lo que queremos que lo encierren”.