Hace 12 años el Instituto Italiano de Cultura presentó en la Cineteca Nacional la primera edición del llamado Giro di Cinema Italiano con una selección de 31 películas (largometrajes de ficción, documentales y cortos), muestra representativa del trabajo fílmico más notable de Italia. En un esfuerzo por renovar aquella estupenda iniciativa, este mes se proyecta en la Cineteca una Semana de Cine Italiano con una selección de 11 largometrajes de ficción que dan cuenta del estado actual de una producción cinematográfica insuficientemente distribuida en nuestro país, pero que a juzgar por lo hasta hoy exhibido bien merece un seguimiento tan puntual en cartelera como el que disfrutan, entre otras muestras, el Tour de Cine Francés o la Semana de Cine Alemán.
Pequeño cuerpo ( Piccolo corpo, 2021), primer largometraje de ficción de la realizadora Laura Samani, recrea a la manera de una fábula moral la historia de la joven Ágata (Celeste Cescutti), madre infortunada de una niña muerta al nacer y que por esa razón no puede ser bautizada. Para evitar que la pequeña alma perpetue su desdichada suerte en el limbo, la madre inicia un largo recorrido por la región del Véneto fronteriza con Eslovenia con el fin encontrar el lugar donde, de acuerdo con una vieja leyenda, su bebé podrá volver a la vida por sólo el tiempo necesario para su bautizo. Hay buen manejo de los elementos fantásticos en la captura lírica de los paisajes nevados o en tomas subacuáticas a cargo de la espléndida fotografía del esloveno Mitja Licen. También es sugerente el encuentro de la protagonista con el enigmático personaje de Lynx (Ondina Quadri), un ser andrógino obligado a disimular su identidad verdadera en un entorno de bravuconería masculina potencialmente hostil. Las imágenes de la madre llevando a cuestas los restos de la mortinata por los senderos más agrestes y una mágica comunión filial en el fondo del mar, son sólo dos elementos destacables en esta opera prima rica en revelaciones y aciertos visuales.
Otra cinta notable es Primadonna (2022), debut en el largometraje de ficción de la directora Marta Savina. El título alude al carácter pionero de Franca Gusmano, la mujer que en la Italia de los años sesenta del siglo pasado desafió de modo simultáneo a un grupo de mafiosos sicilianos y las rancias tradiciones morales que obligaban a una mujer sexualmente violentada a casarse con su propio victimario con el fin de preservar su honor y limpiar la falta en la que ella misma habría incurrido. El escándalo siempre fue la impunidad de la que invariablemente gozaba el agresor. La joven protagonista Lia (Claudia Gusmano) interpreta a esa mujer testaruda que aquí no vacila un instante en marcar distancias con Lorenzo (Dario Aita), joven de quien está enamorada, pero en quien súbitamente descubre la triste calidad moral de un abusador mezquino. El relato es sobrio y la actuación de la protagonista en verdad notable. Al compás sosegado de una primera parte en la que sólo asoma la angustia de una familia amedrentada por la mafia, sucede el ritmo muy ágil de una situación de tribunal donde, en resumen, se enjuicia la moral de todo el pueblo.
Otros títulos muy atractivos de esta semana fílmica italiana: El señor de las hormigas, de Gianni Amelio; El colibrí, de Francesca Archibugi; Extrañeza, de Roberto Andò, y Nostalgia, de Mario Martone.
La Semana de Cine Italiano se exhibe hasta el 4 de mayo en la sala 8 de la Cineteca Nacional.