Los altos precios del petróleo que predominaron el año pasado están cediendo. En lo que va de 2023, la mezcla mexicana se ha vendido en un promedio de 66.9 dólares por barril, por debajo de los 68.7 que calculó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el paquete económico de este año.
Estos casi dos dólares de diferencia implican un impacto de 23 mil 608.8 millones de pesos en los ingresos públicos con los que Hacienda cuenta para este año, según las fórmulas consignadas en los Criterios de Política Económica 2023.
Al tanto de la baja en la cotización del precio del petróleo, la Secretaría de Hacienda redujo su estimado en el documento base para la planeación del paquete económico del próximo año. La dependencia reportó que se espera una venta promedio de 66.6 dólares por barril en 2023, por debajo de los 68.7 dólares previamente calculados, y se considera que baje aún más en 2024, a 56.3 dólares por barril.
Ajuste presupuestal
“Se espera que los precios internacionales se mantengan presionados a la baja por una oferta mayor a la demanda global, así como por la acumulación de inventarios. No obstante, la presión estará limitada por la alta demanda de crudo por parte de las refinerías, las cuales tratarán de remplazar la oferta rusa de petrolíferos, especialmente de diésel”, explicó Hacienda en los Precriterios de política económica 2024.
Esa caída en los precios del crudo y su impacto en los ingresos presupuestarios ya se esbozaron por la dependencia en los precriterios entregados hace un mes al Congreso. La dependencia da cuenta de que éstos serán menores en 131 mil 537 millones de pesos a lo previsto en la Ley de Ingresos de la Federación 2023.
De acuerdo con Hacienda, el efecto neto de la variación en un dólar en el promedio anual del precio del petróleo sobre los ingresos petroleros para 2023 es de 13 mil 116 millones de pesos, equivalente a 0.05 por ciento del producto interno bruto estimado.
El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados consignó que durante la semana pasada cayeron las cotizaciones del Brent y el WTI, lo mismo que la mezcla mexicana, lo cual se explica por “las expectativas en alzas de las tasas de interés de las principales economías del mundo, lo que podría reducir la demanda por petróleo”.