La atracción que sintió el artista Francisco Toledo por el idioma zapoteco y por acercar las artes a los niños pervive en las instituciones que fundó. El resultado más reciente de ese trabajo es la antología Premio Mario Molina de Literatura para niños en zapoteco 2014-2020, presentado el pasado miércoles en el Palacio de Bellas Artes.
Daniel Brena, director del Centro de las Artes de San Agustín (CASA), dijo a La Jornada que las entidades y los acervos que creó Toledo siguen fortaleciéndose. “Recuerdo a los ocho años haber entrado al Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) y ser deslumbrado por todos los libros ahí.
“Esa experiencia es algo que un niño puede tener mañana, sin estar el maestro Toledo, porque siguen las instituciones: el CASA, el IAGO y el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo. Es el gran legado que sobrevive al periodo en el que estuvo él.”
El volumen bilingüe Premio Mario Molina de Literatura para niños en zapoteco 2014-2020 fue editado por Calamus. Reúne obra de los ganadores del certamen: Mercedes López Nicolás, Francisco de la Cruz, Cruvel Ánvar, Elicet Obdulia Contreras, Felipa de Jesús Noriega, Aneira Pineda Figueroa y Heriberto Miguel Méndez, así como ilustraciones de siete artistas.
Sara López Ellitsgaard, presidenta de la asociación civil Amigos del IAGO, mencionó a este diario que las tres instancias han realizado un maravilloso trabajo en dar continuidad a los proyectos del dibujante e impresor.
Añadió: “No creo que el maestro haya hecho estos proyectos con intención de un momento. La literatura infantil en lenguas debemos tenerla todos los días en las comunidades, en los salones y en publicaciones; esa era la necesidad que quería atender. Nuestro trabajo es asegurarnos de que eso se cumpla”.
Daniel Brena contó que los premios creados por Toledo en diciembre de 2010 estaban dirigidos al zapoteco y tenían tres categorías. “Desde entonces se han dado de manera ininterrumpida y, además, se han convocado más lenguas: mixteco, mixe, mazateco y chinanteco”. En 2013 se creó la categoría en literatura para niños, nombrada en honor a Mario Molina.
Reseñó: a 13 años de que se inicio, hemos recibido cerca de mil 700 trabajos. Era muy difícil conocer el alcance de las personas que estarían participando y, además, en tantos idiomas. Hemos estado expandiendo de una manera significativa y, lo más importante, han regresado sus materiales a las comunidades”.
Mencionó que en el pensamiento de Toledo existían constantes en términos de educación y de lenguas, “que son las que seguimos. En materia de idiomas no sólo tenemos premios CASA, sino ideas importantes que nos dejó: que debería haber una gran cantidad de actividades e iniciativas para fomentar y para participar en la vida cultural lingüística del país. Los incentivos son los premios CASA, pero también siguen los talleres de escritura o de literatura en diferentes idiomas en Oaxaca”.
Según el directivo: “Cosas que nos dijo Toledo o que inició hace décadas, se ve ahora que son obvias. En las lenguas, él inició en la Casa de la Cultura de Juchitán con revistas que estaba fomentando. El premio CASA lleva 10 años y hace muy poco vemos que estas mismas ideas se están planteando y retomando en el país: revitalización lingüística y las técnicas materiales locales con diseños contemporáneos.
“No hemos llegado a un punto, y no sé si exista, en el que habrá que replantear las ideas del maestro, sino que veo que se están desarrollando y tienen más fuerza cada vez.”
López Ellitsgaard sostuvo que en el ánimo de ser congruentes con la postura de Francisco Toledo, los institutos y la asociación crearon la gaceta El Alacrán, “proyecto literario donde tomamos ideas e ilustraciones del maestro, pero trabajos de las comunidades para lanzar un impreso que se pudiera distribuir en las comunidades porque no todos tienen acceso a Internet.
“Es la línea que él trabajaba y con la misma intención de hacer materiales gratuitos para niños, cosas que nos motiven o que ayuden a los padres de familia a tener actividades con los niños en sus lenguas.”