Acapulco, Gro. La inequidad sistémica en América Latina y el Caribe se vuelve alarmante cuando se trata del acceso a insumos de la salud. Existen situaciones que “desnudan un mapa plagado de abusos, codicias e injusticias”, advirtió Alejandro Svarch, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Para empezar a revertir esa situación donde “se juega nuestra soberanía real”, y lograr que las agencias reguladoras se conviertan en elinstrumento que favorezca la cadena de suministro de medicinas en la región, el titular de la Cofepris y sus homólogas de Cuba y Colombia firmaron la Declaración de Acapulco, por la cual inician los trabajos para crear la Agencia de Medicamentos y Dispositivos Médicos de Latinoamérica y el Caribe (Amlac).
En el acto al que asistieron el secretario de Salud, Jorge Alcocer, los embajadores de Cuba, Colombia y Honduras, así como Douglas Slater, coordinador de la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y Lázaro Cárdenas Batel, asesor especial del organismo internacional, entre otros, Svarch subrayó la importancia de que mediante la Amlac se supere la dependencia de la región respecto de las grandes potencias que imponen precios de los productos que les garantizan cuantiosas ganancias.
La declaración incluyó la invitación a las autoridades sanitarias de Argentina, Brasil y Chile a sumarse a esta iniciativa y a que participen en la siguiente reunión de Amlac convocada para mayo, en Bogotá, Colombia.
El siguiente encuentro se llevará a cabo en junio en La Habana, Cuba, ofreció Olga Lidia Jacobo Casanueva, directora del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed) de Cuba.
A su vez, Mariela Pardo Corredor, directora del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) de Colombia, resaltó la importancia de la iniciativa, porque la lucha por la protección de la vida de las personas no puede ser llevada por los países de manera individual. “Necesitamos trabajar juntos por la seguridad sanitaria” y para hacer frente a las emergencias, apuntó.
La suscripción de la Declaración de Acapulco se dio en el marco de la Segunda Semana Nacional contra Riesgos Sanitarios que se desarrolla en este puerto y donde los asistentes han resaltado que la pandemia de covid-19 reveló las desigualdades que imperan en la región y la importancia de que sus efectos negativos en la salud y la vida de las personas no se repitan.
El secretario Alcocer señaló que con Amlac, los países retoman la palabra solidaridad, la que por años los neoliberales estigmatizaron y desterraron.
Ahora, con la Amlac se abre un nuevo camino para terminar con carencias como la de infraestructura para la producción de vacunas, mecanismos de reconocimientos de autorizaciones de medicamentos para uso de emergencia y guías unificadas de inspección de productos farmacéuticos.
Los titulares de las agencias sanitarias de México, Cuba y Colombia también establecieron el compromiso de informar y presentar los avances de sus trabajos ante la Celac, donde surgió el proyecto a principios de este año.
Svarch lo resumió así: se trata, dijo, de “construir un mundo más comunicado; no para competir, sino para colaborar; no para que la industria farmacéutica se pelee a muerte para posicionar su producto, no siempre necesario, sino para que avancemos juntos en la protección de la salud de nuestros pueblos”.
Amlac también buscará que las personas reciban de manera equitativa y oportuna las medicinas que necesitan que sean seguras, eficaces y de calidad, indicó el comisionado.