Nueva York. Violencia colectiva, menores afectados, francotiradores en los tejados: el “terror” infligido por pandillas en la población haitiana “se propaga a ritmo alarmante”, alertó ayer la Organización de Naciones Unidas (ONU), que apremió el envío de una “fuerza internacional” al país caribeño.
“La violencia alarmante en las zonas donde azotan las bandas, como la violencia sexual contra mujeres y niñas, es emblemática del terror que afecta a gran parte de la población de Haití”, donde la mitad, 5.2 millones de personas, dependen de la ayuda humanitaria, dijo la enviada especial de la ONU para ese país, María Isabel Salvador, en una reunión del Consejo de Seguridad del organismo mundial.
Los menores, recordó, son víctimas de “los crímenes más atroces”. En los últimos tres meses, muchos colegios han sido objeto de tiroteos y secuestros de alumnos, por lo que muchos estudiantes no volvieron a clase desde enero.
Relató que en un viaje a Puerto Príncipe “sentí la tensión y reconocí el miedo que los haitianos viven todos los días”, al recordar la necesidad “urgente de apoyo internacional” a la policía local, con apenas 3 mil 500 efectivos en todo el país.
Según datos de la Policía Nacional y de la Oficina Integrada de la ONU en Haití, en el primer trimestre de 2023 se registraron mil 647 incidentes criminales –homicidios, violaciones, secuestros y linchamientos–, más del doble que en el mismo periodo del año anterior.
Esta violencia se explica en buena parte por la lucha para controlar barrios, donde apenas hay presencial policial, que lleva en muchos casos a los propios residentes a tomar la justicia por propia mano.
Hace sólo unos días, civiles arrebataron de la custodia policial a 13 presuntos pandilleros y los lincharon, además de quemar sus cuerpos, recordó la enviada de ONU, quien se declaró “profundamente impactada” por la presencia de francotiradores que “indiscriminadamente” atacan a civiles.
“Más preocupante todavía es que vemos nuevas dinámicas de los grupos que actúan en Puerto Príncipe, directamente implicados en el tráfico de armas cada vez más sofisticadas que buscan reclutar nuevos miembros en los campos de desplazados”, declaró Ghada Waly, directora de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
En lo que va de año, el número de desplazados internos aumentó 50 por ciento en Puerto Príncipe respecto de 2022 y desde que surgió la epidemia de cólera en octubre pasado se han registrado unos 39 mil casos sospechosos, detalló.
En este contexto, la ONU no deja de insistir a los 15 miembros del Consejo de Seguridad sobre el envío de una fuerza internacional. “Los haitianos no pueden esperar. Debemos actuar ya”, urgió Salvador, porque, de lo contrario, “el círculo vicioso de la violencia y la crisis política, social y económica en la que la población lucha cada día seguirá su curso”.
En República Dominicana, el presidente Luis Abinader también llamó a la comunidad internacional a atender “este problema de manera urgente”. El mandatario ha endurecido sus políticas migratorias con Haití, ordenó la construcción de un muro en tramos de la frontera común y el año pasado deportó a más de 170 mil haitianos.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, transmitió en octubre un pedido de ayuda del premier haitiano, Ariel Henry, que solicitaba al Consejo de Seguridad el envío de una fuerza internacional, pero sin resultado efectivo.