Ante la sequía y el éxodo de empresas que cotizan en el mercado accionario mexicano, las autoridades financieras y los participantes bursátiles impulsaron una iniciativa para reformar la Ley del Mercado de Valores (LMV) para hacerlo más flexible, menos oneroso y más competitivo a nivel internacional, con la meta que un mayor número de empresas en México financien sus proyectos productivos y su crecimiento en la bolsa.
La reforma a la LMV, que se aprobó ayer en comisiones del Senado, abrirá la puerta para que inversionistas institucionales como las Afore, los fondos de inversión de aseguradoras, casas de bolsa, fondos de inversión y bancos, presten recursos sin necesidad de la autorización previa de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores en todo el proceso, tal como sucede ahora, sino que éste será muy ágil.
Los inversionistas especializados recibirán la información, la analizarán, al mismo tiempo estarán muy comunicados con las calificadoras, como de hecho siempre sucede, y ellos mismos decidirán si quieren entrar en estos riesgos. Así pasa en otros países, este mercado que está por autorizarse, será el equivalente a un mecanismo que existe en Estados Unidos que llaman la regla 144A, en la cual empresas no públicas acceden a mercados especializados de financiamiento, se detalla en la propuesta.
Para Roberto Solano, gerente de análisis bursátil de Monex, los cambios a la LMV, cuyo principal objetivo será el agilizar los procesos de colocaciones, además de mejorar los niveles de “float” en las emisoras (es el porcentaje del total de acciones de una sociedad que es susceptible de ser negociado habitualmente en bolsa, al no tratarse de participaciones de accionistas estables de la empresa).