Miami. El dirigente opositor venezolano Juan Guaidó llegó este martes a Miami, en el sureste de Estados Unidos, tras denunciar haber sido expulsado de Colombia, donde había entrado horas antes de forma irregular en la víspera de una conferencia internacional sobre Venezuela en Bogotá.
A su llegada a Miami, Guaidó aseguró ante medios locales que estaba "muy preocupado" por su familia y su equipo de trabajo, que recibieron, según él, amenazas en Venezuela después de que viajara al país vecino.
"Lamentablemente hoy también debo decir que la persecución se sintió en Colombia", añadió el opositor, que había denunciado su expulsión con un vídeo difundido en Twitter y grabado desde el avión en el que debía partir hacia Estados Unidos.
Horas después, el presidente colombiano, Gustavo Petro, desmintió que Guaidó fuera expulsado de Bogotá.
"El señor Guaidó tenía un acuerdo para viajar a Estados Unidos. Nosotros lo permitimos por razones humanitarias a pesar de la entrada ilegal en el país", escribió el mandatario izquierdista en Twitter.
Pese a tener prohibido salir de su país desde 2019, Guaidó cruzó la frontera con Colombia a pie el lunes, un día antes de una cumbre internacional en Bogotá que pretende mediar entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana con miras a las elecciones de 2024.
Ni Guaidó ni el presidente Maduro estaban invitados al encuentro donde participarán representantes de unas 20 delegaciones de países, incluido Estados Unidos.
Una entrada irregular
Colombia afirmó que Guaidó no había entrado legalmente a su territorio, por lo que no podía permanecer allí.
El opositor "pasa la frontera sin conocimiento de Colombia (…) de manera sorpresiva. Se sabe que está acá por el ruido que él mismo produce", comentó el canciller colombiano Álvaro Leyva a la prensa este martes.
"Aquí no se le han cerrado las puertas a nadie, este no es un país que expulse, este es un país que simplemente busca que se cumpla la Constitución y la ley", añadió el ministro de Relaciones Exteriores.
Guaidó -considerado por Estados Unidos desde principios de 2019 hasta enero de 2023 como el presidente encargado de Venezuela tras la cuestionada reelección de Maduro en 2018- había dicho más temprano que solicitaría reuniones con las representaciones asistentes a la cumbre.
Además convocó para este martes a una manifestación en la Plaza de Bolívar, a 200 metros del Palacio de San Carlos, donde se realizaría la cumbre una hora después.
"Espero que la cumbre pueda garantizar que el régimen de Maduro regrese a la mesa de negociaciones en México y se acuerde un cronograma creíble para unas elecciones libres y justas como solución al conflicto", había dicho en un comunicado.
"Abrupta, abusiva e imbécil"
Colombia fue el principal aliado de Guaidó en la región cuando era gobernada por el antecesor de Petro, el derechista Iván Duque, que rompió relaciones diplomáticas con Maduro.
El mandatario colombiano izquierdista revirtió ese proceso y ha tomado un lugar protagónico en el proceso de negociación política en Venezuela.
El jueves pasado, pidió a su par estadounidense, Joe Biden, levantar paulatinamente las sanciones que Washington mantiene contra Caracas con el compromiso de que las elecciones presidenciales de 2024 se celebren con garantías.
Maduro exige, para una eventual reanudación de las negociaciones en México, que Estados Unidos desembolse recursos que tiene bloqueados por las sanciones, que serían entregados a Naciones Unidas para destinarlos a programas sociales, según fue acordado en la capital mexicana.
"Si no hay cumplimiento del acuerdo de México olvídense de ese camino", afirmó Maduro el lunes en la televisión, y tildó la visita de Guaidó de "intemperante, intempestiva, abrupta, abusiva e imbécil".
Guaidó, que aspira a la candidatura opositora en un proceso de primarias convocado para el 22 de noviembre, tenía previsto continuar una gira hacia otros países después de Colombia.