Tepoztlán, Mor., Desde Montegrande, ubicado al norponiente del centro de este pueblo mágico, se aprecia una brecha de más de cinco metros de ancho que se abre paso entre cerros, montañas, vados, bosques espesos de pino y selva baja caducifolia. La carretera, que se construye con maquinaria pesada, busca comunicar la cabecera municipal de Tepoztlán con San Juan Tlacotenco y a éste con Coajomulco, Huitzilac y Tres Marías, cuyos habitantes podrían acceder así a la autopista México-Cuernavaca.
Vecinos y activistas a favor del medio ambiente denunciaron que la construcción de esa vía es la última de las grandes “ilegalidades” que una “mafia” conformada por los representantes de los bienes comunales de Tepoztlán, los tres recientes ayuntamientos y los gobiernos estatal y federal está haciendo contra esta zona de Tepoztlán, que se ubica en el parque nacional El Tepozteco, parte del corredor biológico Chichinautzin.
Ese grupo, agregaron, está comprando, deforestando y lotificando de manera “ilegal” grandes terrenos para construir y vender viviendas y complejos turísticos en áreas naturales protegidas (ANP), sin que ninguna autoridad lo impida. La mayor parte de este territorio es comunal y no se puede vender, pero ninguna autoridad aplica la normatividad para preservar los cerros, montañas, manantiales y bosques de pinos y selva baja caducifolia de este municipio morelense.
De esa manera, dijeron los denunciantes, los representantes de los bienes comunales en la administración estatal pasada, Francisco Almazán y Lucio Cuevas, además de Félix Cuevas, actual encargado de despacho, la mayoría originarios de San Juan Tlacotenco, municipio de Tepoztlán, pretenden “acortar” la distancia de la Ciudad de México a Tepoztlán “para mejorar sus ganancias por la venta de nuestra tierra comunal”.
Una fuente narró que fueron ciclistas los que descubrieron esta carretera hace tres semanas, ya que siempre han rodado por este camino real que comunicaba la vía de San Juan con Tepoztlán; pero ahora, aseguraron, gente de San Juan Tlacotenco quiso cobrarles por pasar, mas los ciclistas, que son originarios de la cabecera de Tepoztlán, se negaron y en respuesta les gritaron: “¡Somos de San Juan y nosotros ya mandamos en Tepoztlán!”, lo que hace suponer, consideró, que los habitantes de San Juan tienen el control de los bienes comunales desde el gobierno estatal que encabezó el perredista Graco Ramírez de 2012 a 2018.
Ambientalistas y funcionarios del ayuntamiento de Tepoztlán trasladaron a la corresponsal de La Jornada hasta Montegrande. Allí, vecinos mencionaron que desde hace mucho tiempo esta parte ha sido sólo un camino real usado por gente a pie o en mulas, burros o caballos de Tepoztlán hasta la vía de San Juan Tlacotenco y de ahí a esa comunidad indígena. Además de la vía de San Juan, ya existía una carretera que comunica la localidad indígena con Huitzilac y con la autopista o la carretera federal México-Cuernavaca.
El punto visitado, hasta donde llevaban avanzada esta carretera en medio de los cerros y montañas de Tepoztlán, está casi un kilómetro antes de llegar a la mencionada vía de San Juan, donde ya pueden circular automóviles, y de este punto a la colonia Cuahquiahuac falta que se abra y deforesten unos cuatro kilómetros para comunicar vía vehicular a San Juan Tlacotenco con la cabecera de Tepoztlán.
“Estamos viendo que abrieron esta brecha hasta con maquinaria pesada. Vemos árboles tirados, cortados. La máquina excavó a una profundidad de 40 o 50 centímetros. La brecha viene desde arriba, del poblado de San Juan Tlacotenco. Esta vía te lleva a Coajomulco y a Tres Marías, municipio de Huitzilac.
“Vienen para abajo, abriendo. Quieren apropiarse de terrenos comunales que no se pueden vender, pero ellos lo están haciendo con un grupo de empresarios y políticos con mucho dinero e influencias”, denunció un defensor de los bosques.
Planean hacer viviendas y complejos turísticos
Para llegar hasta ese punto se rodeó parte de la falda del cerro porque aparte de esta brecha hay cercas de alambre de púas que impiden el paso del viejo camino real y es precisamente en esos lugares que supuestamente ya se vendieron o cambiaron de uso de suelo mediante constancias de posesión que han dado los comuneros, donde, según los denunciantes, los que compraron quieren edificar fraccionamientos o complejos turísticos.
La fuente explicó que con esta carretera ofrecerían casas que estarían a 20 minutos de Huitzilac, de Tres Marías y de ahí a unos 20 minutos de la Ciudad de México. “Por eso estamos haciendo esta denuncia, porque urge que esto se pare; de lo contrario va a tener un impacto ambiental muy grande para Tepoztlán y Morelos”.
Los bienes comunales han otorgado constancias de posesión, pero, agregaron, administraciones pasadas o actuales han otorgado licencias de construcción “en omisión o colusión” con autoridades del gobierno del estado que encabezan el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo y funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
Los ambientalistas y vecinos de esta zona aseguraron que quieren enfrentar a los que están abriendo esta zona, pero advirtieron que “traen gente armada, seguridad privada”, y además hay gente “muy violenta” de San Juan Tlacotenco. Por eso instaron a las dependencias responsables que vayan a esta zona boscosa a cerciorarse de que están abriendo esta carretera y la clausuren, ya que está en el área natural protegida de El Tepozteco, insistieron.
El ayuntamiento, facultado para revocar los permisos
Un trabajador del área de Ecología y Protección Ambiental del ayuntamiento aceptó que Tepoztlán está siendo devastado con la omisión e incluso la complicidad del ayuntamiento. Atribuyó a la falta de actuación de las autoridades ambientales municipales, estatales y federales que los representantes de bienes comunales entreguen constancias de posesión vendan tierras comunales, “que para empezar ni siquiera se pueden vender, pero han generado mecanismos para otorgar constancias de posesión ilegales”.
El ayuntamiento es también uno de los responsables directos, agregó, porque “si bien el comisariado de bienes comunales está expidiendo constancias, en dichos documentos se dice: ‘Esta constancia no avala ningún tipo de obra ni construcción’ y el municipio podría decir: ‘Está bien, ya compraste, lo tienes de resguardo. Es una zona de conservación o arréglate con quien te lo vendió, pero no se construye’.
“En cuanto a los permisos anteriores, todos son revocables porque son ilícitos. Es una excusa muy absurda decir que todos los problemas actuales de Tepoztlán son responsabilidad de la administración pasada. Siempre es la respuesta”, puntualizó.
Acusó al presidente municipal David Demesa, “porque justo él podría revocar esos permisos o al menos revisarlos, Tepoztlán tiene a su disposición las normas para proteger el medio ambiente y los elementos suficientes para revocar estos permisos e invalidarlos”.