Ciudad de México. El alza de la tasa de interés por parte del Banco de México (BdeM), con el fin de combatir la alta inflación, afecta aún más a los pequeños agricultores del país, que ya de por sí carecen de acceso al financiamiento, alertó Patricia Krause, economista de Coface (Aseguradora de crédito multinacional) para América Latina.
La especialista de la firma francesa de seguros de crédito prevé que el BdeM podría dar fin a su ciclo de alza de tasas de interés, la que determina el costo del crédito al que se financian empresas y personas, el próximo 18 de mayo, con un alza de 0.25 puntos porcentuales, para llevarla a 11.50 por ciento.
Durante el webinar: “Mercado agroalimentario global: oportunidades y riesgos”, Krause aseveró que los pequeños productores en México carecen de acceso a financiamiento para hacer crecer sus procesos productivos pero, desafortunadamente, la restricción de la política monetaria para controlar y combatir la inflación, intensificará aún más la falta de recursos para dichos productores.
La economista de Coface destacó que durante el primer bimestre de 2023, las exportaciones mexicanas de productos agrícolas reportaron un crecimiento anual de 7.0 por ciento, toda vez que el PIB de la actividad primaria creció 2.7 por ciento en 2022 con respecto a 2021.
Y aunque se mantiene el pronóstico del incremento en la producción agrícola mexicana en 2023, un menor crecimiento económico en Estados Unidos este año plantea un riesgo a la baja para las exportaciones, toda vez que la disputa por el maíz transgénico entre Estados Unidos y México es un riesgo si no se ponen de acuerdo en el marco del T-MEC, que en el peor de los casos se aplicarían aranceles.
Patricia Krause prevé que la economía mexicana podría crecer 1.2 por ciento en 2023, cifra menor al avance de 3.10 por ciento en 2022. La relocalización podría apoyar el crecimiento de este año, prevé.
Sector agroalimentario en niveles altos
Las tensiones de suministros de alimentos que surgieron con el inicio de la guerra en Ucrania el año pasado persistirán a lo largo de 2023, pronosticó Simon Lacoume, economista de Coface especializado en el sector agroalimentario.
El tránsito de cereales en el mar Negro, renovado en marzo pasado, ha contribuido a aliviar la presión sobre el suministro de cereales, si bien sus efectos son limitados y continúan los problemas de inseguridad alimentaria en muchos países.
En América Latina, comentó Lacoume, los precios de los agroquímicos han bajado en comparación con 2022, aunque todavía están en niveles altos.
Así, la inflación de los alimentos se ha moderado en el margen, pero se mantiene en niveles históricamente altos, lo que limita el poder adquisitivo de los hogares.
“Si bien el consumo de los alimentos es más resistente a los ciclos de desaceleración económica, los consumidores deben hacer sustituciones (remplazo por alimentos más baratos)”, destacó Simon Lacoume.
El especialista precisó que la fuerte subida de tasas, impulsada por los bancos centrales, debería afectar a empresas del sector muy apalancadas.