Malindi. Otros 26 cuerpos fueron exhumados ayer al este de Kenia, por lo se eleva a más de 50 el número de cadáveres descubiertos desde hace más de una semana tras una investigación sobre la muerte de seguidores de una secta.
“Hoy exhumamos 26 cuerpos, lo cual lleva el número total a 47” en tres días, declaró ayer Charles Kamau, jefe de investigaciones criminales del subcomité de Malindi, al precisar que las búsquedas continúan.
La semana pasada las autoridades ya habían encontrado los restos de cuatro adeptos de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva (Good News International Church), dirigida por Makenzie Nthenge, quien habría instado a sus seguidores a ayunar para “conocer a Jesús”.
Los investigadores intervinieron en la zona a raíz de una información que apuntaba a la posible existencia de una fosa común. Varios adeptos de esa iglesia se esconden aún en el bosque.
Una mujer fue hallada el sábado por las autoridades, se encontraba con los ojos desorbitados y rechazó alimentarse antes de ser trasladada en una ambulancia. “Se negó absolutamente a recibir los primeros auxilios y cerró con fuerza la boca, negándose a comer y quiso continuar su ayuno hasta la muerte”, declaró Hussein Khalid, miembro de Haki Africa, organización que alertó a la policía sobre las actuaciones de la iglesia.
“Pedimos al gobierno nacional a enviar tropas al terreno para que podamos ir al interior del bosque a socorrer a las víctimas que siguen ayunando hasta la muerte.”
Otros 11 fieles de entre 17 y 49 años, siete hombres y cuatro mujeres, fueron hospitalizados la semana pasada tras ser socorridos en el bosque de Shakahola.
El jefe de la secta, Makenzie Nthenge, acudió el 15 de abril a la policía antes de ser detenido. Una fuente judicial afirmó que él inició una huelga de hambre y que “reza y ayuna” durante su arresto.
Según medios locales, seis de sus seguidores también fueron aprehendidos. La policía indicó que había sido informada de que se hallaron varias personas ”muertas de hambre con el pretexto de conocer a Jesús después de que un sospechoso, Makenzie Nthenge, pastor de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva, les lavara el cerebro”.
Según medios locales, este sujeto fue detenido e inculpado el mes pasado después de que dos niños murieron de hambre mientras eran cuidados por sus padres, pero pagó una fianza de 100 mil chelines kenianos (unos 740 dólares) y fue liberado.