Lima. El ex presidente peruano Alejandro Toledo llegó ayer a su país extraditado desde Estados Unidos para enfrentar acusaciones de corrupción y fue recluido en un penal policial, de acuerdo con una orden judicial donde se encuentran otros dos ex jefes de Estado.
Toledo, que gobernó entre 2001 y 2006, arribó en un vuelo comercial al aeropuerto Jorge Chávez de la capital escoltado por agentes de seguridad. El ex mandatario de 77 años y diagnosticado con cáncer, según sus abogados, se entregó el viernes a las autoridades estadunidenses tras varios años en proceso de extradición.
La magistrada Margarita Salcedo, a cargo de la audiencia del caso, confirmó que Toledo cumplirá 18 meses de prisión preventiva. La fiscalía presentó cargos en su contra por lavado de activos y colusión, cargos que él rechaza.
Imágenes oficiales compartidas por la policía mostraron al ex funcionario de pie y con las manos cubiertas con una prenda negra, llevado del brazo por dos oficiales a la sede de la aviación policial aledaña al aeropuerto.
El ex presidente está acusado de haber recibido 35 millones de dólares en sobornos de la empresa brasileña Odebrecht a cambio de ganar la construcción de la carretera Interoceánica Sur, según la fiscalía local, que ha solicitado una condena de 20 años.
De origen andino y quien de niño fue lustrabotas, Toledo fue detenido en Estados Unidos en 2019 tras una solicitud formal de Perú para extraditarlo. Un año antes había salido del país y la justicia lo declaró prófugo. En 2020 fue liberado bajo fianza y desde entonces vivía en California.
El jefe del Instituto Nacional Penitenciario, Javier Llaque, dijo que si Toledo era confinado en la base policial de Lima, donde están presos los ex presidentes Alberto Fujimori y Pedro Castillo, tendría la misma condición carcelaria que ellos.
Fujimori cumple una condena de 25 años por su responsabilidad en el asesinato de 25 peruanos durante su gestión. Castillo está arrestado por 18 meses de prisión preventiva mientras es investigado por rebelión al intentar disolver el Parlamento en 2022.
Antes de que el juez ordenara que Toledo fuera llevado a prisión, su abogado Roberto Su dijo a periodistas que estaba en contra de la medida debido al precario estado de salud del ex mandatario.
El escándalo de sobornos admitido por la constructora Odebrecht provocó un terremoto entre la clase política peruana que gobernó las pasadas dos décadas. Toledo es uno de cuatro ex presidentes investigados y procesados por casos ligados a la constructora brasileña.
El ex presidente Ollanta Humala (2011-2016) enfrenta un juicio en el cual la fiscalía ha solicitado 20 años de cárcel junto a su esposa Nadine Heredia, para quien pidió 26 años de prisión. Ambos están acusados de lavar activos. La fiscalía afirma que recibieron 3 millones de dólares de Odebrecht para las campañas presidenciales de 2006 y 2011, pero niegan haber cometido delitos. Ellos estuvieron presos por nueve meses entre 2017 y 2018.
Pedro Pablo Kuczynski, quien concluyó su presidencia en 2018, está bajo prohibición de salir del país y antes cumplió arresto domiciliario.
El caso más trágico fue el del ex presidente Alan García (2006-2011) quien se suicidó en 2019 en su dormitorio, minutos antes que la policía lo detuviera de forma preliminar por 10 días mientras era investigado por un soborno de la compañía brasileña.