Según cifras de la Secretaría de Economía la IED de 2022 ascendió a 35 mil 292 millones de dólares, lo cual representó un incremento de 12 por ciento en comparación con la cifra preliminar de 2021, lo que de acuerdo con algunos analistas, es un reflejo de los primeros efectos de la relocalización de empresas.
Dichos montos, explicó Janneth Quiroz Zamora, subdirectora de análisis de Monex, dan indicios que alimentan las esperanzas de que México pueda convertirse en uno de los destinos a los que se muden las cadenas de producción, pues se observa que 48 por ciento de la IED corresponde a nuevas inversiones.
Por lo anterior, dijo la especialista, es indispensable promover un ambiente que atraiga la inversión al fortalecer el estado de derecho, facilitar los procesos para establecer nuevos negocios, combatir la inseguridad y ampliar la infraestructura de carreteras y electricidad.
Si bien aún no hay datos concretos sobre si ya hay impacto por la relocalización de empresas, un informe reciente del Banco de México asegura que el nearshoring ya benefició a la región norte del país durante 2022, ya que hay un mayor desarrollo de bodegas y naves industriales demandadas por la industria manufacturera, lo cual se presentó con mayor intensidad en Nuevo León, Coahuila, Chihuahua y Baja California.
Asimismo, de forma extraoficial, Héctor Tijerina, director ejecutivo de Invest Monterrey, aseguró en un foro reciente que en el primer trimestre de este año llegaron al país 13 mil 430 millones de dólares producto de 50 inversiones relacionadas con la relocalización.
Mayor atractivo
En tanto, Vladimiro de la Mora, presidente de la American Chamber of Commerce of Mexico (AmCham), aseguró que este fenómeno dará un impulso de 8 por ciento al PIB de México en los siguientes seis años.
Coinciden en que México se ha vuelto más atractivo para instalar la manufactura proveniente de Asia por la cercanía geográfica con EU, el bajo costo de la mano de obra y la guerra comercial entre China y Estados Unidos que comenzó durante el mandato del ex presidente Donald Trump, quien impuso aranceles de hasta 25 por ciento a las importaciones provenientes de China en 2018..
Pese a todo lo anterior, Enrique Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China-México (Cechimex), de la Universidad Nacional Autónoma de México, hizo un llamado a la calma, pues si bien desde 2021 se han publicado docenas de análisis que destacan el potencial de México para atraer inversiones de empresas de EU desde China, más los anuncios de inversión en México de gigantes como Tesla y Foxconn, la realidad es que hasta el momento dicho potencial no se ha materializado en el PIB, comercio o IED, dado que empresas extranjeras en México se enfrentan a la falta de una red de proveeduría para sus actividades, lo que las obliga a enormes gastos en importaciones desde el país asiático.