Pekín. China acusó ayer a Estados Unidos de “coacción económica” y de “acoso tecnológico”, en respuesta a la posibilidad de que restrinja de nuevo las inversiones estadunidenses en algunos ámbitos considerados sensibles para su gobierno.
“Bajo el pretexto de la seguridad nacional, Estados Unidos acostumbra politizar, instrumentalizar y transformar en armas los asuntos económicos, comerciales y tecnológicos”, acusó Wang Wenbin, vocero de la cancillería china, en conferencia de prensa.
En los años recientes, Washing-ton ha incluido en su lista negra a empresas de la nación asiática para dejarlas fuera de las cadenas de suministro de tecnologías estadunidenses. Estas medidas se han reforzado este año con restricciones a la exportación de semiconductores.
Según informes de prensa, la administración del presidente Joe Biden está considerando restringir las inversiones estadunidenses en China en el sector. “Es pura y simple coacción económica e intimidación”, lamentó Wang ante periodistas.
China, que busca volverse autónoma en el diseño de semiconductores, opina que estas medidas apuntan a mantener la supremacía de Estados Unidos en este campo, algo que sus autoridades niegan.
“Estas acciones de seguridad nacional no están diseñadas para obtener una ventaja económica competitiva o sofocar la modernización económica y tecnológica de China”, afirmó antier la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen. “Si bien estas políticas pueden tener impacto económico, están motivadas por simples consideraciones de protección”, insistió.
Washington anunció en octubre de 2022 nuevos controles de exportación para limitar la compra y fabricación por parte de Pekín de chips de alta gama “utilizados en aplicaciones militares”. Ante ello, China comenzó un proceso ante la Organización Mundial del Comercio.
En tanto, el secretario de Seguridad Nacional estadunidense, Alejandro Mayorkas, reconoció que China tiene los recursos suficientes y el propósito de minar los planes de Estados Unidos a escala local e internacional.
“Pekín tiene la capacidad y la intención de socavar nuestros intereses a escala local y en el exterior, y está utilizando cada instrumento de su poder para hacerlo, desde su cada vez más agresiva presencia en el mar de la China Meridional hasta su estación de policía instalada en el exterior, usada para acosar e intimidar a disidentes”, indicó en una charla en el Consejo de Relaciones Exteriores.
Mayorkas también señaló que su departamento realizó un estudio de las amenazas que representa China y evaluará medidas para proteger infraestructura clave de supuestos ataques promovidos o apoyados por Pekín.Señaló que una eventual invasión china a Taiwán tendría un profundo impacto en la seguridad estadunidense, y pondría infraestructura civil en riesgo de un “ciberataque disruptivo”.
El ministro del Exterior del país asiático, Qin Gang, advirtió a Taiwán y los países que apoyan a la isla que están “jugando con fuego” por su oposición a la exigencia de Pekín de ejercer control sobre ese territorio.
Por su parte, el vocero Wang Wenbin precisó que las terceras partes no tienen el derecho a inmiscuirse en las relaciones bilaterales de China y Rusia. Anteriormente, Janet Yellen comentó que China afrontará “graves consecuencias” si presta apoyo a Rusia en el conflicto en Ucrania.
“Pekín y Moscú siempre se han atenido a los principios de no alineación y no confrontación con terceros países y han desarrollado un nuevo tipo de relaciones entre países grandes, basadas en el respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación recíprocamente ventajosa”, sostuvo el diplomático chino durante una sesión ante la prensa.
La relación Pekín-Moscú son opuestos a la práctica estadunidense de “crear bloques confrontacionistas”, señaló.
China siempre ha mantenido una posición objetiva y justa con respecto a la crisis ucrania, ha estado promoviendo enérgicamente la celebración de negociaciones de paz “y juega un papel constructivo en los esfuerzos por solucionar esta crisis”, afirmó Wang.