Sao Paulo. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, perdió a un miembro de su equipo, al jefe del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), Marcos Edson Gonçalves Dias, luego de que una grabación de video del pasado 8 de enero, publicadas por CNN Brasil, lo mostró en el palacio de Planalto yendo de un lado a otro y abriendo puertas, mientras simpatizantes bolsonaristas atacaban la residencia y exigían la destitución del mandatario.
La Secretaría de Comunicaciones de Lula tuiteó que el general en retiro había sido destituido como jefe del GSI, el cual proporciona seguridad al presidente, y en su lugar fue designado Ricardo Capelli, ex jefe de seguridad de Brasilia tras el intento de golpe de Estado.
“Coloqué mi cargo a disposición del presidente de la República para que toda la investigación se lleve adelante”, expuso Gonçalves en una entrevista al canal GloboNews. Alexandre de Moraes, juez del Tribunal Supremo, solicitó a la policía federal presentarlo, en un plazo no superior a 48 horas, para interrogarlo.
En los fragmentos divulgados por la televisora, se ve circulando por corredores del edificio, y en un momento interactuando con manifestantes, aparentemente “indicándoles la salida”. Los videos también muestran a al menos dos funcionarios del GSI saludando con un apretón de manos y dando botellas de agua a los invasores, de acuerdo con CNN.
“Entré en el palacio del Planalto después que fue invadido y estaba retirando a las personas del tercer y cuarto piso, para que los detuvieran (...) En la sala contigua al despacho del presidente, retiré tres personas y les ordené que bajaran”, justificó Gonçalves, quien asumió el cargo el pasado 1° de enero, cuando Lula asumió la primera magistratura del país en medio de las amenazas de bolsonaristas para evitar su asunción.
Además, afirmó en la entrevista que su imagen fue sacada de contexto. “Juntaron mi imagen a la de aquel militar distribuyendo agua, (pero) es un corte específico en la producción de esos videos (...) es un absurdo”, detalló.
Miembros de la oposición acusaron que es una prueba de que el gobierno de Lula permitió que los miles de partidarios del ex presidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022) invadieran y destruyeran las sedes del Planalto, el Congreso Nacional y el Tribunal Supremo una semana después de la investidura de Lula.
En el palacio del Planalto no tienen ninguna duda de que el general retirado no apoyó ni facilitó en modo alguno la invasión. “Lo que se complicó es que no reveló el alcance de la acción del GSI del 8 de enero”, indicó una fuente de la residencia citada por la agencia Reuters.
Además, la presencia de Goncalves Dias en la residencia era conocida, pues llegó poco después de la invasión y se quedó hasta el arribo de Lula en la noche, cuando todos los golpistas ya habían sido expulsados y detenidos.
El GSI, formado en su mayoría por militares, asesora al jefe de Estado en temas de seguridad nacional y defensa, y es responsable por la seguridad personal del presidente, el vicepresidente y sus familias. GoncalvesDias es amigo personal de Lula, y formó parte de su equipo de seguridad durante sus primeros dos periodos como presidente de 2003 a 2010. La policía federal interrogará al ex mandatario Jair Bolsonaro la próxima semana para investigar su posible vínculo con los actos golpistas.