El precio de garantía de maíz en el ciclo agrícola pasado fue de 6 mil 805 pesos por tonelada y para el actual no se ha establecido, pero si es muy bajo el pequeño productor ya no va a sembrar, habrá menor oferta, y dejará que los grandes productores especulen con el precio, advirtió la presidenta de la Red de Maíz de la Ciudad de México, Blanca Estela Mejía Castillo.

Este precio debe ser atractivo para que los agricultores tengan un incentivo para seguir sembrando y, a su vez, permita a los industriales de masa y la tortilla mantener su rentabilidad y puedan ofrecer precios estables del principal alimento para los mexicanos, señaló.

Indicó que Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) tiene que convertirse en un verdadero regulador de mercado y en un prestador de servicios de almacenamiento para la industria de la tortilla a nivel regional, por lo que es importante que establezca un precio de garantía para este grano, que sea equilibrado y beneficie a toda la cadena.

La cosecha de Sinaloa para el ciclo otoño-invierno se proyecta será de alrededor de 5.5 millones de toneladas. Segalmex ha comprometido la compra de un millón de toneladas de este volumen, pero los productores están preocupados por colocar el resto a un precio redituable y plantean que el mercado pague entre 7 mil 200 y 7 mil 300 pesos por tonelada.

Si el pequeño productor no le quiere vender a Segalmex puede acercar el grano “con nosotros para que le compremos directamente y dicha institución funcione como una especie de intermediario, con un precio estándar que no permita que los grandes se vayan para arriba y que los pequeños tengan un precio de acuerdo a sus expectativas y que nosotros tengamos un precio justo, conforme al mercado, que no sea alto ni bajo”.

Los industriales de la masa y la tortilla –que en realidad son productores artesanales, en su mayoría de pequeña y mediana escala- consideran que un precio que puede ser benéfico para ellos tendría que estar por abajo de 8 mil pesos por tonelada a pie de milpa.

Esto porque, no obstante que en los últimos meses el precio de los energéticos se ha mantenido estable, con incrementos menores en gas y en electricidad, la industria ya arrastraba un incremento del 14 por ciento en 2022, cuando la inflación del país fue de 7.8 por ciento.

Agregó que por ello es relevante que el maíz, el principal insumo, tenga un precio de equilibrio, porque para el molino el grano representa 60 por ciento de su costo de producción y para la tortillería, como masa, 30 por ciento, a lo que se suma gas, electricidad y otros gastos. Consideró que esto ayudaría a estabilizar el precio del principal alimento de los mexicanos, la tortilla, subraya la presidenta de la Red de Maíz.

Precisó que el mercado de maíz para producción de tortilla se distribuye en 50 por ciento de harina y 50 por ciento de nixtamal, salvo sus variantes por zona. El problema es la alta concentración, dado que 90 por ciento del mercado de harina la absorben dos empresas, Minsa y Maseca, “no es un mercado competitivo, sino que existe un duopolio que lo controla”.

En territorio nacional la autoridad registra 110 mil tortillerías, 6 mil 319 se encuentran en la Ciudad de México, y 15 mil molinos de nixtamal, de los cuales cerca de 800 están en la capital. Aunque en las primeras estimamos que hay más de 120 mil, entre las legales e ilegales, detalló. La Red de Maíz, agremia 500 tortillas y molinos de nixtamal en la Ciudad de México, donde se utilizan 7 mil 425 toneladas de maíz por día y 22 mil 260 toneladas mensuales.