Una presencia especial en el velorio de Pablo González Casanova fue la de los integrantes de organizaciones indígenas zapatistas, adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, quienes encomiaron las aportaciones teóricas del ex rector de la UNAM a la lucha de los pueblos originarios y el pensamiento crítico latinoamericano.
Entre ellos, estuvieron miembros de la comunidad otomí residente en la Ciudad de México, quienes durante los dos días del funeral se hicieron presentes para cantar el himno zapatista ante el féretro de quien recordaron como el comandante Pablo Contreras y gritar a todo pulmón consignas como “Pablo, te fuiste, pero nunca te rendiste”.
Isabel, integrante de dicha comunidad indígena y originaria de Santiago Mexquititlán, Querétaro, enfatizó: “para nosotros, la lucha de Pablo significó todo. En este momento ya no está, pero hoy sigue su legado. Él tuvo una lucha incansable, que para nosotros como pueblos originarios, como comunidades, significó mucho y siempre lo va a hacer.
“Él luchó por los derechos que nos arrebataron, fue una parte muy importante de esa lucha y coincidió con nuestros hermanos zapatistas en la exigencia de nuestros derechos, de nuestra autonomía y autodeterminación”.
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