Seúl. Corea del Norte quiere tener armas nucleares para defenderse de la política hostil de Estados Unidos y no para mantener el estatus de una potencia nuclear, declaró la ministra de Exteriores norcoreana, Choe Son-hui, al comentar la reciente declaración del Grupo de los Siete (G7).
Más temprano esta semana, el G7 pidió a Corea del Norte en una declaración conjunta que renuncie a nuevas pruebas nucleares y firme y ratifique el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.
"La esencia de la posesión de armas nucleares por Corea del Norte radica en su posesión forzada solamente para defenderse contra la amenaza estadounidense y no para obtener el reconocimiento de alguien", afirmó la canciller.
Destacó que la posición de Corea del Norte como una potencia nuclear global es "definitiva e irreversible".
Choe Son-hui indicó también que Pyongyang no está interesado en los asuntos de los países del G7, pero "si tratan de atentar de alguna manera contra la soberanía y los intereses básicos de Corea del Norte", el país tomará "medidas de repuesta despiadadas".
La ministra de Exteriores enfatizó que las medidas para reforzar la capacidad de defensa son un derecho soberano de Corea del Norte y son necesarias para proteger al Estado y su integridad territorial, así como para asegurar un control estable de la situación en la región de la península de Corea en medio de las acciones militares "locas y provocativas" de Washington y sus aliados.
En este contexto, la diplomática indicó que Pyongyang seguirá tomando tales medidas hasta que se elimine por completo la amenaza de Estados Unidos y sus socios.
El lunes pasado, Estados Unidos y Corea del Sur iniciaron el entrenamiento aéreo conjunto Korea Flying Training, con la participación de 110 aviones y de 12 días de duración. Paralelamente, Corea del Sur, además de los estadunidenses, y Japón también lanzaron durante el mismo día un ejercicio trilateral de defensa antimisiles en las aguas internacionales del mar del Este (mar del Japón).
Washington, Seúl y Tokio intentan reforzar sus capacidades de disuasión frente a Corea del Norte, que efectuó el pasado 13 de abril el primer ensayo de un misil balístico intercontinental de combustible sólido, Hwasong-18. El proyectil voló unos mil kilómetros en dirección este y cayó en el mar fuera de la zona económica exclusiva de Japón.