Tumweater. El correo electrónico llegó a todos los cultivadores autorizados de ca-nnabis en el estado de Washington: un colega más se había fundido.
“Ofertas por liquidación”. Llevaba enlazada una hoja electrónica con los artículos en venta: luces LED para el cultivo, 500 dólares cada una. Evaporadores rotativos para aceite de hachís, 10 mil dólares.
Al otro lado del río Columbia, en Oregón, donde el regulador de mariguana advirtió recién que la industria sufre una “crisis existencial”, es un secreto a voces que algunos cultivadores autorizados han enviado parte de su producción el mercado negro fuera del estado para seguir a flote.
En California, MedMen, la “tienda Apple de la hierba”, está agobiada por cuentas no pagadas de millones de dólares, mientras la canadiense Curaleaf ha cerrado sus operaciones en California, Oregón y Colorado.
A lo largo de la costa del Pacífico, los cultivadores se debaten con lo que muchos llaman la economía fallida de la mariguana legal. La oferta es vasta gracias a las excelentes condiciones para el cultivo y rica experiencia, pero el sobrante está atrapado dentro de cada estado debido a la prohibición federal que pesa sobre la yerba. Los precios están por el suelo y los productores no logran levantar cabeza.
Impuestos no dejan margen de ganancia
“Estoy tocando fondo”, comentó Jeremy Moberg, dueño de CannaSol Farms en Washington, que como muchos cultivadores, se queja que el impuesto de 37 por ciento prácticamente no le deja margen de ganancia.
Nadie piensa que el Congreso les ayude legalizando la droga en todo el país. Algunos ponen sus escasas esperanzas en que el gobierno del presidente Joe Biden apruebe el comercio de mariguana entre los estados que lo han regulado.
Eso le permitiría a la costa del Pacífico –con su clima favorable y su energía hidroeléctrica limpia y barata para el cultivo bajo techo– abastecer al resto del país, dicen.
En declaraciones ante el Senado el mes pasado, el secretario de Justicia, Merrick Garland, señaló que su departamento anunciará próximamente nuevas normas. Los expertos en política de drogas no prevén que se llegue a permitir el comercio entre estados.
Al presente, 21 estados han legalizado el consumo recreativo de cannabis por adultos.