Kansas City. Andrew Lester, hombre blanco de 84 años, quien el pasado jueves disparó contra Ralph Yarl, afrodescendiente de 16 años que llamó a su puerta por error, se entregó ayer en la cárcel del condado Clay, un día después de ser acusado de asalto agravado y acción a mano armada.
Activistas por los derechos civiles pidieron que se le acuse también del delito de odio racial. El fiscal Zachary Thompson respondió que el ataque agravado es un crimen con una condena más larga, que puede llegar a prisión perpetua, pero afirmó estar seguro de que hay “un componente racial en el caso”.
Yarl recibió una invitación para visitar al presidente Joe Biden en la Casa Blanca cuando se recupere.
Por lo pronto, Cleo Nagbe, madre del adolescente, indicó que su hijo tuvo la bala incrustada en el lóbulo frontal del cerebro durante 12 horas, hasta que se le pudo someter a cirugía. Agregó que el muchacho es capaz de comunicarse, pero que constantemente lagrimea.
El pasado jueves, los padres de Yarl le pidieron al chico que fuera a recoger a sus hermanos menores, mellizos, al domicilio de un amigo en 115 Terrace. Por error, el joven llegó a la dirección de Lester, en 115 Street, de acuerdo con la cadena de noticias CNN.
Cuando tocó a la puerta, Lester disparó y lo hirió en la frente y un antebrazo. Alegó que al ver a un hombre negro en su puerta creyó que se trataba de un asaltante y le disparó con un arma calibre 32, al saberse demasiado anciano para defenderse.
Yarl pudo huir y declaró que Lester le gritó: “¡no vuelvas por aquí!” En la calle, el joven fue ayudado por algunos vecinos hasta que llegaron los paramédicos.
Fianza de 200 mil dólares
La indignación por el caso aumentó el fin de semana, cuando Lester fue liberado sin cargos tras permanecer 24 horas detenido. El lunes, Tompson anunció las acusaciones contra el atacante, a quien se le fijó una fianza de 200 mil dólares.
“Pretender que la raza no es parte de toda esta situación sería esconder la cabeza en la arena. A este chico le dispararon por ser negro”, sostuvo ayer en CNN el alcalde de Kansas City, Quinton Lucas.
En este contexto, el lunes se presentaron cargos por homicidio en segundo grado en un incidente similar ocurrido la noche del sábado en el estado de Nueva York, en el cual murió Kaylin Gillis, mujer blanca de 20 años.
Gillis y otras tres personas se estacionaron por error en la entrada del auto de una casa que creían era la de un amigo, pero en la que vivía Kevin Monahan, de 65 años, quien llegó en su coche y al ver un vehículo extraño en su propiedad, disparó contra él y mató a Gillis.
En tanto, un jurado rechazó imputar a los agentes de Ohio que en julio de 2022 dispararon casi cien veces contra Jayland Walker, joven afroestadunidense desarmado, con el argumento de que los policías actuaron en defensa propia.
El fiscal general de Ohio, Dave Yost, informó que el jurado concluyó que los agentes hicieron un uso correcto de la fuerza contra Walker, de 25 años, a quien persiguieron por conducir su auto con una luz fundida.
Yost detalló que una vez que Walker fue detenido, hizo un movimiento como si fuera a sacar algo de su cinturón y levantó la mano, por lo que los agentes creyeron que estaba armado y abrieron fuego.
La investigación, que utilizó grabaciones de las cámaras corporales de los policías, comprobó que los ocho agentes presentes dispararon 94 veces contra el sospechoso.