Guadalajara, Jal., Dieciséis días después del suicidio del ex rector y jefe político de la Universidad de Guadalajara (UdeG) Raúl Padilla López, el rector Ricardo Villanueva anunció que se reanudará el diálogo con el gobernador Enrique Alfaro, con quien los universitarios han tenido diferencias políticas desde hace al menos dos años, lo que ha incluido recortes presupuestales, marchas estudiantiles y mantas y pintas en edificios universitarios.
Villanueva reconoció que ordenó quitar las lonas y borrar los letreros que indicaban que la UdeG trabajaba bajo protesta por el recorte de 140 millones al presupuesto por parte de Alfaro, emanado del partido Movimiento Ciudadano, quien decidió destinarlos para terminar la construcción del Museo de Ciencias Ambientales universitario.
El rector también instruyó suspender las marchas estudiantiles casi cotidianas (más de 200 a la fecha) en las que alumnos y docentes acudían a Casa Jalisco –residencia oficial del mandatario– para exigir respeto a la autonomía de la institución educativa.
Según Villanueva, no es una capitulación de la casa de estudios para ceder a las condiciones expresadas por Enrique Alfaro para sentarse a dialogar, sino de generar un “ambiente adecuado” y “bajar el estrés político” en beneficio de la UdeG.
De aliados a enemigos
Alfaro y Raúl Padilla fueron aliados políticos en 2018, cuando ambos apoyaron la candidatura del panista Ricardo Anaya a la Presidencia. Sin embargo, en 2020 la creación del partido local Hagamos, integrado por miembros del grupo político padillista, generó una confrontación que devino en la reducción de 140 millones de pesos como represalia.
El gobernador calificó a Padilla de “mafioso disfrazado de promotor cultural” y la UdeG consideró esa actitud un ataque a la autonomía universitaria.
Villanueva, a quien Alfaro ha llamado “lacayo” de Padilla, dijo que siempre ha buscado el diálogo en beneficio de la UdeG, pues hay varios proyectos detenidos por falta de presupuesto, como la edificación de campus en Tlaquepaque y Chapala, así como tres preparatorias, y fondos para el programa de estímulos a la docencia, una “agenda enorme de problemas que está frenando este conflicto y está saliendo más caro”.
El rector admitió que el día en que murió Padilla se reunió con el gobernador en la residencia oficial y ahí comenzaron a sentarse las bases para reanudar el diálogo “por el bien de Jalisco”.