México fue el tercer país con el mayor exceso de mortalidad en América Latina y el Caribe durante los primeros años de la pandemia, reportó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Al margen de los rezagos en infraestructura y personal médico que arrastraba el sector cuando se inició el brote, la prevalencia de enfermedades crónicas, sobre todo diabetes y obesidad, fueron factores decisivos en cómo afectó el coronavirus, detalló.
Sólo abajo de Bolivia y Perú, México registró la tercera tasa de exceso de mortalidad más alta en América Latina y el Caribe, de acuerdo con los comparativos de la OCDE. Este indicador exhibe qué proporción de personas, fuera de una tendencia “normal”, fallecieron. Nicolás Larraín, analista de políticas de salud en el organismo, puntualizó que la estadística no necesariamente refiere que esa población falleció a causa de covid-19; pudo ser consecuencia de otros padecimientos no atendidos, por estar los sistemas volcados en la emergencia.
México es uno de los países con las tasas más altas de obesidad de la OCDE y la incidencia de diabetes también “es altísima”, explicó Frederico Guanais, jefe adjunto de la división de salud en la organización. Esos factores, sumados a la baja fuerza laboral médica con la que se recibió la pandemia, abonaron a que en el país fallecieran un promedio de 483 personas por cada 100 mil habitantes.
“La velocidad de la vacunación en México no fue de las peores, pero estuvo abajo del promedio de la OCDE. Esto es un factor que también contribuyó”, dijo el funcionario en conferencia de prensa, sin señalar el acaparamiento de dosis a manos de las economías de altos ingresos durante los primeros meses que se tuvo el fármaco.
Guanais explicó que en general América Latina y el Caribe fue la parte del mundo más azotada por la pandemia, pero incluso en ésta hay un grupo de seis países que destaca. Perú, Bolivia, México, Ecuador, San Vicente y las Granadinas y Guyana registraron 48 por ciento del exceso de muertes en la región, casi la mitad, pese a que en conjunto representan 29 por ciento de la población.
“Los países con un alto exceso de muertes suelen tener un número de camas de hospital más bajo que el promedio de América Latina y el Caribe (2.1 por mil habitantes), como Perú (1.6), Bolivia (1.1), México (1.4), Ecuador (1.5), Guyana (1.6 ), y Colombia (1.7)”, agregó la OCDE en el informe Health at a Glance, enfocado en la región.
Con el sistema de salud mexicano enfocado en la emergencia, se reportaron caídas de 26 por ciento en la atención general de diabetes y de 28 por ciento en la de hipertensión, consignó la OCDE; así como en su diagnóstico, que bajó 17 por ciento y 22 por ciento, respectivamente.
“Esto es consistente con los registros que muestran disminuciones en las pruebas de detección de cáncer cervicouterino (68 por ciento) y las disminuciones en las pruebas de detección de cáncer de mama (79 por ciento)”, se lee en el informe.
La organización también destacó que hay problemas en la calidad de los servicios. Es más probable llegar a un hospital en México por un infarto y morir, una incidencia de 27.5 por ciento, que en el promedio de América Latina y el Caribe, 12.7 por ciento. Los comparativos presentados por la OCDE para Chile, Costa Rica, Paraguay y Brasil son con cifras para 2021, para México el reporte se hizo con información de 2017.