Después de más de ocho horas de sesión, una propuesta de regreso a clases mantenía las opiniones divididas ayer en el Colegio Académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), cuyas cinco unidades se encuentran en paro.
La mayor parte de los integrantes de ese órgano se inclinaba por discutir un nuevo calendario escolar que permita concluir las actividades docentes del trimestre 23-I, con respeto a los mecanismos de diálogo que están en curso en las unidades.
Sin embargo, académicas feministas de los cinco planteles impugnaron la idea de reanudar clases el 24 de abril, por considerarla contraria al reconocimiento institucional de las demandas del paro estudiantil.
Cerca de la medianoche, aún faltaba una decisión final sobre el punto.
Las catedráticas recordaron que la principal exigencia del paro es la garantía del derecho de las mujeres a vivir libres de violencia, la cual no ha sido debidamente reconocida por las autoridades en ninguna de las mesas de negociación.
Consideraron que con los avances en los procesos de diálogo no es el momento oportuno para plantear un nuevo calendario y un inminente regreso a clases, incluso de manera virtual, lo cual favorecería una mayor confrontación interna.
Uriel Saldaña, del Sindicato Independiente de Trabajadores de la institución (Situam), comentó que la modificación del calendario escolar ahora “es un acto de violencia institucional que muestra con toda nitidez lo profundo del problema y la negativa de los órganos de la universidad a reconocer el problema de violencia contra la comunidad que deriva de sus decisiones”.
Agregó que “la sola convocatoria es una decisión arbitraria, violatoria de la legitimidad y el reconocimiento otorgados a las razones de la suspensión de actividades docentes en la universidad”.
Dijo que la UAM atraviesa por una de las crisis de autoridad más amplias de toda su historia. “Han transcurrido 37 días desde el inicio del paro estudiantil más largo del que se tenga memoria. Estudiantes de las cinco unidades, principalmente mujeres, externaron un enfático ¡ya basta! contra las acciones de violencia de género que cotidianamente sufren dentro de nuestras instalaciones”.