Morelia, Mich., Feliciana Hernández Bautista, artesana de 65 años de la comunidad de Ahuirán, municipio de Paracho, manifestó que se sintió “indignada y ofendida”, al igual que su pueblo, cuando la marca Hijos del Maíz aseguró que la capa de tejido y plumas que portó el actor Tenoch Huerta en la Semana de la Moda en Milán, Italia, era de origen mexica. Esta información se difundió en redes sociales y hubo críticas al actor y a la empresa diseñadora que, además, no dio crédito a la artesana.
“Ya no quiero tanto chisme; me sentí mal de que estaba perjudicando a Tenoch, cuando fue la diseñadora de Hijos del Maíz la que provocó el problema. Tenoch me dijo: ‘Si quieres voy a tu casa para que me perdones’, y yo le dije: ‘¿Para qué te quiero en mi casa, si yo ni te conozco?’.”
Feliciana aprendió a bordar y a tejer a los nueve años; su abuela le enseñó. Desde entonces ha ganado varios concursos artesanales, así como el reconocimiento de varios pueblos originarios. Dijo que vende sus rebozos entre 2 mil y 5 mil pesos; los más caros, detalló, llevan plumas u otros acabados.
Feliciana Bautista asistió a la conferencia de prensa del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien señaló que debe cumplirse con la ley del reconocimiento de origen de la pieza artesanal, “ya quedó aclarado, pero no quisimos dejar pasar el tema como si nada hubiera ocurrido, porque en Michoacán tenemos que defender, promocionar y dar a conocer nuestra artesanía”.
Hijos del Maíz aceptó su error por la modificación de la pieza artesanal y por el desconocimiento y falta de conciencia al depender de un intermediario. Asimismo, se disculpó por decir que era una pieza mexica, cuando en realidad es purépecha.
“No comprendimos las consecuencias, las asumimos; sólo se manufacturó una capa y no contamos con más en existencia.”
En un video, el director creativo de Hijos del Maíz envió disculpas públicas a la maestra artesana Feliciana Hernández Bautista, en el que reconocía “los errores” cometidos a raíz de la modificación del rebozo de la artesana de Ahuirán, Michoacán. “Modificamos la prenda con la intervención de un intermediario, sin autorización de la artesana”.