En unidades habitacionales hay casos de discriminación contra adultos mayores, a quienes los vecinos no les dan la oportunidad de opinar, e incluso a personas que por no estar casadas no se les considera para la toma de decisiones, señaló la presidenta del Consejo para Eliminar y Prevenir la Discriminación (Copred), Geraldina González de la Vega.
La semana pasada, la funcionaria visitó, junto con la titular de la Procuraduría Social (Prosoc), Claudia Galaviz, una unidad habitacional ubicada en la colonia Doctores, donde una mujer de la tercera edad afirma que los vecinos se ríen de ella cuando opina en las reuniones.
La titular del Copred indicó que hay acciones discriminatorias que se han normalizado, lo que las hace difíciles de identificar.
“Por ejemplo, hemos recibido denuncias de que se niega la participación de alguna persona en las asambleas vecinales porque son adultos mayores, o porque la mujer o el hombre no están casados. Hay casos de vecinos que permanentemente molestan a parejas del mismo sexo; todo eso es discriminación y es un chip que se nos tiene que cambiar a todos, pero también a las futuras generaciones”, dijo.
Por su parte, la procuradora social comentó que la discriminación también se refleja en los reglamentos de cada unidad habitacional o condominio, como en el caso de Cumbres de Santa Fe, en Cuajimalpa, donde se prohibía el tránsito de los trabajadores en las áreas comunes. Si bien la dependencia no tiene la facultad de validar los reglamentos, porque son decisiones de los vecinos, explicó que se les orienta para que dichos documentos no contengan elementos que puedan discriminar a las personas.
“Tenemos un programa para adultos mayores donde la finalidad es difundir el decálogo del adulto mayor, porque muchas veces se cree que ya no pueden tomar decisiones, que no tienen autonomía económica, y lo que queremos es empoderarlos, sensibilizar para que tengan derecho a una vida libre y a decidir sobre sus tiempos y actividades”, apuntó Galaviz.