Madrid. Los principales sindicatos de Francia consideraron “un desprecio” la promulgación de la reforma a laley de pensiones del presidente conservador Emmanuel Macron, y reiteraron el retiro de la reforma como requisito para una negociación con el gobierno, al tiempo que ayer continuaron las manifestaciones en rechazo a dicha medida.
Al menos 11 personas fueron detenidas en la ciudad de Rennes, confirmó en un comunicado la prefectura de Ille et Vilaine, tras detectarse “multitudes violentas” aprovechando las movilizaciones.
El prefecto “condena en los términos más enérgicos la hostilidad cometida en Rennes durante una manifestación no declarada”, señaló la autoridad.
Además, denunció “numerosos hechos de vandalismo”, con incendios de contenedores de basura, levantamiento de barricadas y daños a comercios. Un policía resultó herido y dos manifestantes más fueron atendidos por los bomberos.
Horas después, la Confederación General de Trabajadores, reprochó a Macron que a pesar de tener 15 días de margen para promulgar la norma lo haya realizado de inmediato y de manera subrepticia “despreciando a millones de trabajadores, jóvenes y menos jóvenes, que durante meses manifestaron su oposición a la reforma al sistema para el retiro laboral, así como los métodos antidemocráticos del presidente y su gobierno para decretar y promulgar cambios trascendentales”.
El secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo, Laurent Berger, tuiteó: “¡De noche y de día esta reforma es injusta! La sabiduría democrática exigía no promulgarla y volver al diálogo. Desde un principio el desprecio a los asalariados ha sido constante, pero su dignidad en la calle es más fuerte. Nos vemos el 1° de mayo”, día en que se espera salgan los gremios de la clase trabajadora y la población en general a marchar en contra del proyecto de ley.
El fundador de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, calificó la promulgación nocturna de la nueva ley como un “despliegue de arrogancia” del presidente Emmanuel Macron, mientras la líder de la ultraderecha, Marine Le Pen, tachó al mandatario de “pirómano” por decretar “esta injusta ley a las 3:28 de esta madrugada”.
La promulgación figura ya en el Diario Oficial de la República Francesa desde esta madrugada, con la frase “en el primer párrafo (de la norma sobre jubilación), las palabras 'sesenta y dos' se sustituyen por ‘sesenta y cuatro’”. Así, el gobierno eleva oficialmente la edad para el retiro laboral, el punto que más rechazo generó en la población.
Desde el Elíseo ya se había apuntado a que sólo faltaba el aval del Consejo Constitucional, dado an-tier, para dar el siguiente paso y que Macron firmara, pese a los más de tres meses de intensas protestas. Al menos 138 personas, quienes salieron a las calles a inconformarse, fueron detenidas el viernes tras la decisión del órgano consultor, según cifras de las autoridades.
El vocero del gobierno francés, Olivier Véran, informó que la reforma entrará en vigor el 1° de septiembre y subrayó que la edad de jubilación subirá “poco a poco” desde los 62 años actuales hasta los 64. “Al final del mandato de cinco años estará en los 63 años. Habrá que esperar hasta el próximo quinquenio” presidencial para que se eleve a los 64 años”, destacó.
Diferentes ministros del gobierno de Macron restaron importancia a las críticas contra la promulgación de la propuesta en la madrugada del sábado, esgrimiendo que se trata de un procedimiento habitual sin más trascendencia. La primera ministra Élisabeth Borne advirtió que su administración acelerará las reformas tras la aprobación y oficialización de la medida.