Boston. Mientras sonaba una gaita con la canción The Bells of Dunblane, familiares de los fallecidos en el atentado del Maratón de Boston conmemoraron el décimo aniversario de la tragedia caminando juntos hacia el memorial, cerca de la línea de meta, para colocar una ofrenda floral mientras varios corredores observaban.
La alcaldesa Michelle Wu, quien era candidata al gobierno local cuando ocurrió el ataque, participó en la procesión con la gobernadora Maura Healey. En cada memorial se detuvieron en silencio con los familiares.
Más tarde se llevó a cabo una ceremonia en la línea de meta, donde sonaron campanas se-guido de un minuto de silencio. La edición 127 de la carrera se realizará este lunes y, dentro su círculo de atletas élite, tendrá como favoritos al plusmarquista mundial Eliud Kipchogue, quien buscará implantar un nuevo récord a sus 38 años, y el campeón keniano Evans Chebet.
“Ese día no se olvida”, indicó la agente inmobiliario de Ohio, Jennifer Black, quien acudió a sus 71 años a observar el acto.
Black recordó que debido al atentado no pudo terminar la competencia en 2013 y habló de aquellos que fallecieron en el ataque. Este año regresó a Boston para correr.
“Muchas pérdidas, mucho dolor debido al odio”, conti-nuó entre lágrimas.
Tres personas murieron y más de 260 resultaron heridas cuando dos bombas estallaron. Entre las víctimas estuvieron Lu Lingzi, estudiante de posgrado de la Universidad de Boston, de 23 años; Krystle Campbell, gerente de un restaurante, de 29, y Martin Richard, de ocho años y quien acudió a ver el maratón.
La policía capturó a un ensangrentado y herido Dzhokhar Tsarnaev en Watertown, quien fue sentenciado a muerte y en años recientes ha intentado evitar ser ejecutado.